Paisanos, entre el riesgo y rechazo por COVID-19

La Mixteca Poblana comienza a resentir los efectos de la contingencia; familias dejan de recibir las remesas que les enviaban sus seres queridos de EU.

En los últimos días paisanos provenientes de Estados Unidos han regresado a sus comunidades de origen en Puebla, por lo cual diversos municipios han colocado cercos sanitarios en los accesos, para evitar la propagación del coronavirus; sin embargo, en ocasiones los mismos vecinos esconden a sus familiares, para evitar ser discriminados.

En Tochimilco las familias niegan que alberguen algún ser querido, pues no faltan habitantes que exigen a la autoridad municipal que “no los dejen ingresar”, ante el temor de posibles contagios.

Abimelec Mejía, director de Salud, dijo que ha sido difícil detectar la llegada de los paisanos.

El funcionario explicó que trabajan en un mapeo de la gente que ha llegado de EU.

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Juan Carlos Galindo, vocero del Ayuntamiento de Tochimilco, agregó que se topan con que las familias los esconden.

Por el momento, en los accesos al municipio se instaló un cerco sanitario y retén para personas provenientes de EU.

De esta manera, personal médico, policías municipales y elementos de Protección Civil piden a los automovilistas descender, para tomar sus datos. Posteriormente ingresan a un túnel sanitizante, luego les toman la temperatura, y en caso de presentar fiebre, son retenidos para canalizarlos con el gobierno estatal.

 

Calvario económico

Familias mixtecas que dependen económicamente de migrantes atraviesan una fuerte crisis económica, debido a la situación que se vive a causa de la pandemia.

Algunos han dejado de enviar remesas o las han disminuido, ya que también muchos de los compatriotas han perdido su empleo o no pueden trabajar porque cerraron empresas; incluso hay estados en EU que se han paralizado.

Los integrantes de la familia Cortés Ramírez viven al día, pues sólo dependen de lo que el jefe de familia les manda desde Houston, Texas, y aunque no es un lugar con alto porcentaje de contagios, los negocios han cerrado por la cuarentena.

“Me mandó fotos de cómo están las calles allá y eso me preocupa, porque aquí en Izúcar no tenemos para subsistir, ya que yo también me quedé sin trabajo.”

 

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