El objetivo, explicó, es disminuir el uso de automóviles particulares para abonar al medio ambiente y a la rápida movilidad.

“Lo que necesitamos es aumentar el uso de la bicicleta en la ciudad de Puebla y va a ir acompañado de dos cosas fundamentalmente, buscar que la concesión amplié y cumpla con la segunda etapa que incluye más cicloestaciones y de la mano de la SEMOVI generar más espacios, es decir, ampliar las ciclovías”.

Covián Carrizales detalló que la evaluación de los flujos de uso será entregada a la Comisión de Movilidad, así como a la SEMOVI en el mes de abril para definir el funcionamiento del sistema en la capital poblana. Sin embargo, adelantó que existió un aumento de usuarios y ello, implica que el servicio de bicicletas públicas se mantenga.

"Evidentemente, en este momento, los flujos de uso de bicicleta pueden tener dos vertientes: pueden mejorar o no ser los óptimos para el propio uso de la bicicleta por lo mismo de la contingencia; entonces los datos que nos arrojen serán importantes, pero es cierto que venía en aumento el uso de la bicicleta por parte de la concesión a un ritmo no tan pronunciado, pero sí consistente".

Sobre el retraso de la implementación del proyecto, indicó que es un asunto que se debe tratar con cuidado pero también con firmeza.

Por ello, reiteró que en ningún momento ha sido descuidado porque buscan garantizar el servicio, obligando a la empresa a cumplir con lo establecido.

Al final, Covián Carrizales reiteró que continuarán las mesas de trabajo para fortalecer el sistema de transporte, al tiempo de señalar que no habrá modificaciones en las tarifas debido a que Puebla mantiene las cuotas más bajas del país.