Difunden el legado de los Franciscanos en Museo del Arte

Este grupo religioso tuvo gran influencia en Puebla. Las crónicas de Gerardo Bravo registran las concepciones de la santidad.

Los Franciscanos llegaron a Puebla en 1529 cuando la Nueva España estaba en proceso de evangelización, esta orden fundó distintos conventos e iglesias que coadyuvaron a las metas de la corona española y dejaron un patrimonio arquitectónico impresionante.

Para difundir la investigación sobre esta orden, Gerardo Bravo brindó la conferencia "Vidas franciscanas, cuerpo y devoción" en San Pedro Museo de Arte, en donde explicó las concepciones de la santidad que tenía esta orden religiosa, la cual tuvo una presencia muy activa en Puebla.

Durante la charla, el ponente explicó que las prácticas de los franciscanos se caracterizaban por buscar la santidad a través del castigo corporal, ya que este sacrifico personal generaba una mejor sociedad.

"Buscaban crear una sociedad más utópica, aunque tenían rituales ajenos a lo que predicaban, pues a partir del sacrificio personal y buscaban lograr el bien común", indicó

La idea de la santidad también era algo relacionado a distintos dones que se asignaban de forma celestial, tales como la comunicación con los animales, arrobamiento, levitación estigmas y mortificación de la carne, por citar algunos ejemplos, que fueron experimentados a algunos creyentes y religiosos.

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Uno de los más destacados franciscanos en Puebla fue Fray Agustín de Betancourt, quien realizó diferentes publicaciones, entre ellos el "Martirologio" en donde mencionó a personajes conocidos como Luisa de Santa Catalina, Ana de San Bernardo, Francisco de Torres Corvacho, Gerónima de San Bartholome, Alphonsa de San Pedro; todos los referidos experimentaron algunas de los dones referido.

La vida de estos personajes fue complicada, porque tenían que atravesar diferentes adversidades, como asesinatos por cumplir su misión en los territorios de España.

"Muchos frailes que fueron martirizados y fueron asesinados en diferentes puntos en donde iban a evangelizar, como en Filipinas y regiones de México", indicó Bravo.

Esta ponencia abrió un espacio para el diálogo en donde se reflexionó en torno a las prácticas polémicas de esta orden. En la actualidad, la orden religiosa Opus Dei continúa utilizando el silicios en los muslos para lacerar la carne y conseguir metas similares a las de los franciscanos.

Por último, Gerardo Bravo hizo mención a las formas de expresar amor y devoción que tenían los Franciscanos, e indicó que aunque nos parezcan extrañas, tienen su origen en las escrituras religiosas.

 

 

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