Estado revictimiza comunidad LGBT+: No Dejarse es Incluirse AC

En los últimos 25 años, de acuerdo con No Dejarse es Incluirse AC, han tenido lugar 65 crímenes de odio, 33 en la zona metropolitana

En lo que va del año, No Dejarse es Incluirse AC (Vida Plena Puebla) ha acompañado cinco casos por presuntos despidos injustificados cuya motivación ha sido la orientación sexual o el estado de salud de las víctimas.

Juan Corona, asesor legal de la asociación, señala que estos casos tienen su origen en el abandono del Estado. “Cuando llegan con nosotros, generalmente es porque la Fiscalía los revictimizó.”

Comentó que en los casos fueron a la dependencia y no se les tomó la denuncia, o se les dijo que ellas tenían la culpa por vestirse o hablar de diferente manera. Además de despidos injustificados — en otros años—, han acompañado casos de negación de servicios de salud de primera atención, por lo que también asesoran a las víctimas para interponer sus quejas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH Puebla).

“La CDH no ha sido una gran aliada en estos casos. Lo que busca es la conciliación inmediata, para no meterse en problemas con otras instituciones; esto impide que las personas quieran seguir con el proceso,” refiere.

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Una de las últimas recomendaciones de la CDH en materia de discriminación proviene del periodo de Marcia Maritza Bullén Navarro al frente del órgano autónomo (2008-2011).

“Si hay un grupo social que no está protegido por el Estado, entonces ese grupo social será víctima de actos que ponen en peligro su integridad, incluso su vida,” insiste Juan Corona.

De ahí la importancia de reconocer no sólo el matrimonio igualitario —y otros pactos de convivencia— sino que ofrezca a la comunidad LGBT+ certidumbre jurídica respecto de actos que el resto de la población sí tiene garantizados, como la posibilidad de heredar, de tener seguro social y de recibir la atención adecuada por parte de las autoridades, al hacer una denuncia por discriminación o violencia sufrida dada su orientación sexual o identidad de género.

“Eso es lo que se tiene que atender, que podamos vivir libremente y que la ley nos respalde,” agrega sin ocultar su preocupación de cuando escucha a políticos emanados incluso de Morena, decir que éstos son temas que dividen o generan crispación social.

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