Tecnología antigua conserva pergaminos en Jerusalén

Los antiguos textos se conservaron a través de una técnica “única” para su preservación

Un estudio publicado en la revista Science Advances, sobre el Rollo del Templo, de ocho metros, que destaca por su forma, color y texto más bien limpios en comparación al resto de pergaminos, tiene una “delgadez y brillante coloración marfil” que lo hace “excepcional”, los antiguos textos se conservaron a través de una técnica “unica” para su preservación.

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El material

“Su superficie está cubierta con una capa de minerales cuyos ingredientes exactos son atípicos de la región del Mar Muerto,” uno de los elementos que justifican su “alta calidad”, cuenta Jonathan Ben-Tov, profesor de la Universidad de Haifa y experto en estos manuscritos compuestos de ocho rollos, descubiertos por beduinos en 1947 en las cuevas de Qumrán, en las orillas del Mar Muerto.

El artículo, firmado por investigadores del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y otros centros de investigación alemanes, remarca que el pergamino “tiene una estructura en capas formado por una base de material de colágeno y una capa inorgánica atípica”.

Sus elementos químicos

Se analizaron con rayos X y Raman, una técnica óptica de alta resolución que, a través de la radicación, permite conseguir información química.

Los científicos encontraron que el rollo contenía “una variedad de sales de sulfato evaporítico,” lo que apuntaría a que se fabricó con métodos tecnológicos únicos “en que el pergamino fue modificado mediante la adición de la capa inorgánica como material de escritura”.

Hay dos copias más del Rollo del Templo y otros documentos relacionados “que aún no han sido analizados”, por lo que el experto explica que es importante investigar más para dar respuesta a dilemas que quedan por resolver.

Los Rollos del Mar Muerto, de más de 2 mil años de antigüedad, redactados en su mayoría en hebreo y arameo, son unos 900 documentos que se encontraron en tinajas y contienen fragmentos del Antiguo Testamento.

Desde 1965, muchos de ellos están expuestos en el Santuario del Libro del Museo de Israel, en Jerusalén.

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