La élite desconoce sus privilegios: Profesor de Tecnológico de Monterrey

Adrián Gómez, profesor de tiempo completo de la preparatoria del Tecnológico de Monterrey opina que la élite privilegiada desconoce su estatus

La forma de desarrollar su concepto de ciudadanía —global— jamás tomó en cuenta entenderse a sí mismos como una élite privilegiada”, dice Adrián Gómez, profesor de tiempo completo de la preparatoria del Tecnológico de Monterrey en su modalidad multicultural —más selecta y cara que la versión regular—, sobre los alumnos que ha tenido a su cargo estos últimos tres años.

Las diferencias socioeconómicas que los llevaron a la antesala de la mejor universidad privada de México —que le disputa incluso el primer lugar nacional a la UNAM en el QS Top Universities y el The World University Ranking—, estarían también relacionadas con las posibilidades de acceso a cuestiones artísticas, culturales y lingüísticas.

No solamente saben idiomas y han tenido una experiencia en el extranjero, algunos hasta tocan algún instrumento, practican un deporte de alto rendimiento o están involucrados en actividades extracurriculares.”

Sin embargo, ni ellos ni los profesores ni los directivos se asumen como formadores de esta élite que no tiene relación estrecha con su país, dice, pues en esta primera etapa apenas tienen dos materias en las que pueden abordarse temas como pobreza y derechos humanos.

Lee el reportaje completo
Educación rural y urbana, la brecha que marca el rezago
La élite desconoce sus privilegios: Profesor de Tecnológico de Monterrey
Pensamiento desertor viene de los padres: Maestra de Huehuetlán el Grande

“Mi mayor shock lo tuve al recibir las presentaciones y el material del curso,” recuerda, al explicar que la academia y sus colegas estaban acostumbrados a un modelo que simplificaba hasta su mínima expresión, debates fundamentales.

Yo llego y cambio el programa, para dar al menos una aproximación multidimensional de la pobreza, que es como hay que entenderla”.

Se está avanzando lentamente, reconoce, pero todavía falta mucho para que sus alumnos, un día, se den cuenta que representan a una pequeña parte de la población y que cada vez que ellos suben un escalón, la mayoría habrá bajado tres peldaños más.

“Hay que recordar que el Tec nace por y para un grupo de empresarios que necesitaban lo mejor de lo mejor en ingeniería o desarrollo de negocios”, por lo que un viraje en otro sentido, agrega, es algo que no forma parte de sus objetivos centrales como institución, aunque con el cambio de modelo educativo se intente suplir esta parte que sí la ofertan otras universidades privadas del país.

  • URL copiada al portapapeles