“No creo que el gobierno tuviera que regular absolutamente todo y decir cómo se debe llamar una escuela, cómo se debe pintar, pero sí creo que debe regular que tenga las instalaciones necesarias para ofrecer el servicio”, dijo en referencia a uno de los apartados de la iniciativa, que busca regular el uso de colores o nombres que identifiquen a las escuelas con algún partido.

 “El estado sí debería tener estas atribulaciones de controlar que haya los mínimos porque tenemos muchas escuelas que no los ofrecen en instalaciones, equipamiento de seguridad, higiene, protección civil. Todo eso es una facultad del gobierno regularlo y estar pendiente para que todos los niños puedan estar en condiciones seguras y adecuadas”, agregó.

Insistió en la necesidad de cuidar la redacción para evitar ambigüedad que permitan la interferencia de las autoridades en la oferta educativa del sector privado, pues representa una legítima opción para quienes buscan una educación acorde a sus valores familiares, personales, y por ello existen instituciones con valores y filosofías pedagógicas distintas.

“Ahí el estado no debería intervenir debería dar toda la libertad”, aseguró sobre la validez de diversas expresiones sociales, culturales e incluso religiosas que existen, además de la educación pública y laica.