“Si no dejamos de contaminar, el problema no va a terminarse nunca, y en tiempo de calor vamos a tener recurrentemente estas manifestaciones de olores; pero que hay que entender que no solamente es el olor fétido, sino son los vapores que se respiran y pueden causar daño a la salud,” alertó la funcionaria.

Manrique Guevara dijo que hace unas semanas hubo una reunión de trabajo con las Secretarías de Salud, de Medio Ambiente e Infraestructura, con personal de la oficina del secretario Víctor Manuel Toledo, de Semarnat, para establecer la ruta que van a seguir de acciones concretas.

“Actualizar mediciones, diagnósticos, hay muchos diagnósticos; sabemos lo que le duele al Atoyac, y ahora lo que necesitamos es la implementación de acciones y acciones articuladas, que no estén desligadas,” precisó.

Detalló que, en el caso de Conagua, comenzarán con una serie de visitas e inspecciones a fin de conocer las descargas industriales, pero aclaró que gran parte de lo que provoca los olores son las descargas de aguas residuales municipales.

La cuenca del Atoyac está comprendida por dos ríos, los cuales deben de ser monitoreados con la misma intención que el Ayoyac; es decir, integrar al Zahuapan y el Alseseca.

“Estos dos ríos necesitan tener la atención porque hace muchos años no revestían la contaminación que tiene el Atoyac, pero hoy empiezan a tener problemas graves,” afirmó.

Manrique Guevara acentuó que, ante tal panorama de contaminación del afluente, se tiene que contar con el inventario de cargas clandestinas, “se tiene que hacer, no existe, y no resulta sencillo, porque inclusive para llevar a cabo ese diagnóstico, vamos a necesitar apoyo de la Policía de Seguridad Pública”.