Tokio 2020 y los nuevos deportes

Desde entonces, muchos otros deportes se han ido añadiendo al programa olímpico

A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos son muchos los deportes que han formado parte de su programa, desde su primera edición en 1896, en Atenas, que acogió a la base del movimiento olímpico con nueve competencias que todas siguen vigentes 124 años después.

Aquellos deportes primigenios fueron: atletismo, ciclismo, esgrima, gimnasia, halterofilia, lucha, natación, tenis y tiro, organizándose hasta 43 eventos de estas competiciones.

Desde entonces, muchos otros deportes se han ido añadiendo al programa olímpico. Algunos de ellos han salido, siempre bajo el paraguas del Comité Olímpico Internacional (COI) que concede, desde 2014, a cada ciudad sede la posibilidad de proponer la inclusión de cinco nuevos deportes.

Para la edición de Tokio, los organizadores japoneses plantearon la admisión de: karate, surf, escalada deportiva y monopatín (skateboarding). Deportes aprobados por el COI en una asamblea celebrada en Río de Janeiro en agosto de 2016, en plena acción de los Juegos que se realizaron en la ciudad carioca, además del regreso del beisbol en categoría masculina y el softbol en femenina, que ya tuvieron vida olímpica en el pasado.

Con la inclusión de estos nuevos deportes, se ofrece una oportunidad para enganchar a los jóvenes con los Juegos Olímpicos. La cita de Tokio “abre un nuevo capítulo en la ilustre historia de los Juegos,” según YoshiroMori, presidente del Comité Organizador.

“El karate nació en nuestro país. El skateboarding se adapta perfectamente al perfil urbano de Tokio. La escalada deportiva es una novedad total en los Juegos y va a tener una dimensión única. Y el surf también es muy popular.”

Con estos estrenos, el número de deportes en Tokio será de 33. Durante los 17 días de competición, del 24 de julio al 9 de agosto, la capital japonesa albergara 339 pruebas, con especial atención a los deportes debutantes.


Karate, en su mejor escenario

Hay un dicho popular que dice que a “la tercera va la vencida”, aunque en el caso del karate se debe extender a la cuarta, porque esos han sido los intentos de este deporte por ser considerado olímpico.

Sin embargo, su aparición será efímera: debuta, pero ya se conoce que desaparece del programa olímpico en París 2024 y será sustituido por el breakdance.

La historia de este deporte establece que su origen se remonta a la dinastía Ryukyu, en la isla de Okinawa en el siglo XV, donde el karate era utilizado por los soldados para pelear y defenderse, ya que no tenían permitido utilizar armas.

Ya en los años 20 del siglo XX se introduce en el resto de Japón y, tres décadas más tarde, un grupo de universitario establece las normas competitivas por las que actualmente es practicado por más de 100 millones de personas en aproximadamente 195 países de todo el mundo.

En Tokio 2020 habrá 80 karatecas, 40 hombres y 40 mujeres, que competirán en dos modalidades: kata o formas, que es una serie de movimientos ofensivos y defensivos dirigidos a un oponente virtual; y kumite o combate, en tres pesos por sexo (hombres -67kg, -75kg, +75kg y mujeres -55kg, -61kg, +61kg).

“Este deporte es poderoso. Lo que te hace sentir es que no puedes dejar de verlo,” explica Aina Kobinata, coordinadora de karate en Tokio 2020, que invita a ver las pruebas en el Nippon Budokan, una instalación con capacidad para 14 mil personas que lleva organizando competiciones de karate y judo hace medio siglo.

La constancia del surf

La playa de Tsurigasaki, a unos 80 kilómetros al oeste de Tokio, es el lugar elegido para el estreno del surf en Olímpicos.

En aquellas aguas participarán los 40 mejores surfistas del mundo, 20 por sexo y como máximo dos por país, en la modalidad de shortboard (tabla corta), siguiendo el método de competición que establece habitualmente la Asociación Internacional de Surfing (ISA), con rondas preliminares de cuatro surfistas en el agua, en las que cada uno podrá surfear un máximo de entre 10 y 15 olas, y unas series finales en las que se batirán dos participantes.

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“El surf olímpico sólo tendrá a 40 de los mejores surfistas del mundo, pero el sueño se mantiene vivo con millones de jóvenes que practican nuestro deporte, y crece conforme nos acercamos a Tokio 2020,” explica el argentino Fernando Aguerre, presidente de la ISA.

A Aguerre se debe que hoy el surf sea deporte olímpico y que haya sido confirmado para la cita de París 2024, un sueño heredado del hawaiano DukeKahanamoku (1890-1968), tres veces campeón olímpico de natación, que defendió por primera vez que este deporte se incluyera en los Juegos Olímpicos en 1920.

Kahanamoku está considerado el padre del surf moderno y hoy su legado olímpico está en manos de las grandes figuras de este deporte, como los brasileños Italo Ferreira, campeón del mundo en 2019; y Gabriel Medina; el estadounidense John John Florence, en categoría masculina; o la australiana Stephanie Gilmore, siete veces campeona del mundo, en la femenina, entre otros. 

El agarre de la escalada deportiva

La popularidad que ha ido ganando la escalada en las últimas décadas ha obtenido el premio de ser incluido en el programa olímpico, una oportunidad para demostrar a jóvenes y no tan jóvenes las características de este peculiar deporte.

Su origen se remonta a 1985, cuando un grupo de escaladores se reunió en Bardonecchia, cerca de Turín, Italia), para un evento llamado SportRoccia, convirtiéndose en la primera competición organizada en la que los participantes escalaban en un tiempo determinado.

Un año después, un gimnasio de Vaulx-en-Velin, cerca de Lyon, Francia, organizó el primer evento en un muro de escalada artificial, poniendo las bases a posteriores competiciones y a la construcción de innumerables rocódromos donde, día a día, practican esta actividad cerca de 25 millones de personas, según datos de la Federación Internacional de Escalada Deportiva (IFSC).

En Tokio serán 40 escaladores, 20 por sexo, los que tendrán el privilegio de debutar en unos Juegos Olímpicos, compitiendo en el Centro de Deportes Urbanos de Aomi en tres disciplinas: velocidad, búlder y dificultad.

En velocidad, dos escaladores se enfrentan a una pared de 15 metros; en búlder, los atletas escalan tantas vías como pueden en 4 minutos en una pared de cuatro metros de altura; mientras que en dificultad los competidores ascenderán lo más alto posible una pared de 15 metros en 6 minutos.

Todos los competidores deberán realizar las tres modalidades, computando todas para determinar los ganadores.

En Tokio 2020 los favoritos a medalla son la eslovena Janja Garnbret y la japonesa AkiyoNoguchi, en categoría femenina; y el japonés TomoaNarasaki y el austriaco Jakob Schubert, en masculino.

Skatebording, espíritu juvenil

Siguiendo el espíritu juvenil del surf y la escalada deportiva, los organizadores de Tokio 2020 propusieron el skateboarding o monopatinaje, una petición que fue acogida por el COI y que tendrá continuidad en la edición de París 2024.

En la capital japonesa, este deporte se estrenará en dos disciplinas: street (calle) y park (parque cerrado).

En total 80 monopatinadores, 20 por especialidad y sexo, deberán demostrar toda su habilidad y originalidad sobre su tabla, un deporte que tiene su origen en la década de 1940 en la costa oeste de EU.

Los competidores en street deberán completar un recorrido que imita la calle, con escaleras, pasamanos, bordillos, bancos de parques, paredes y cuestas.

La modalidad de park se desarrolla en una pista con desniveles y con una serie de curvas de gran dificultad, donde los atletas realizan increíbles trucos en el aire.

El Skatepark de Aomi, con capacidad para 7 mil espectadores, será el escenario que corone a los primeros campeones olímpicos de este deporte, entre los que se barajan los nombres del estadounidense NyjanHuston y la brasileña Pamela Rosa, ambos en street, como grandes favoritos.


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