Filarmónica 5 de Mayo tocará las puertas de Casa Aguayo

Al no recibir aún respuesta sobre su futuro los 80 integrantes de la orquesta poblana planean manifestarse frente a Casa Aguayo para pedir ayuda a Barbosa

La Filarmónica 5 Mayo tendrá una presentación de último minuto. Ante la incertidumbre laboral denunciada al término de su último concierto, los 80 integrantes de la orquesta poblana planean manifestarse frente a Casa Aguayo para que el gobernador Miguel Barbosa Huerta, atienda sus demandas.

Ejecutando algunos de sus números frente a la casa de gobierno el próximo Martes Ciudadano, esperan que el mandatario reciba a una pequeña comisión negociadora.

“Nuestro contrato termina en diciembre; toda la gente está preocupada. Nadie tiene su lugar seguro en la orquesta, entonces no sabemos qué va a pasar por el total el hermetismo que se tiene por parte de la Secretaría de Cultura”, dijo en entrevista uno de sus integrantes que prefirió permanecer en el anonimato, quien apuntó que el titular de la dependencia, Julio Glockner, ni siquiera se encuentra en la ciudad.

Según relatan los músicos, fue Lourdes Roth López, directora general de Artes y Fomento Cultural, quien se presentó ante el conjunto para notificarles sobre los nuevos lineamientos. Además del retorno al nombre original —Orquesta Sinfónica de Puebla—, se les comunicó que a partir del término de su contrato, todos los lugares entraban a concurso y mediante una convocatoria a nivel nacional.

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La orquesta está en desacuerdo con esta decisión, comenzando por el hecho de que no se les ha confirmado si el maestro Fernando Lozano, director durante los últimos seis años, continuará al frente este proyecto musical con más de 17 años de existencia. “Roth López se escudó mucho en la cuestión de no estar facultada para decirnos si el maestro seguía, o quién iba a ser el nuevo director; al menos para saber quién nos va a audicionar”.

“El director se puede ir, pero no la orquesta”

En cualquier orquesta del mundo, los directores van y vienen; sus integrantes no. Los músicos consideran que éste es el punto central de la conversación, pues se trata del desmantelamiento total de un proyecto al que algunos le han dedicado casi dos décadas de su vida, y por el que no son reconocidos como debiesen.

Los 80 músicos que conforman la Filarmónica 5 de Mayo no tienen plazas, sólo lugares. Sus contratos, de tres a seis meses, tienen que ser renovados una y otra vez sin crear antigüedad. Trabajan por honorarios, sin prestaciones de ley y con salarios promedio de 15 mil pesos mensuales; salvo el director, el concertino —solista de la sección de violines primeros— y los jefes de sección, cuyas remuneraciones oscilan entre 22 mil y 150 mil pesos, lo que también ha generado históricamente problemas al interior del conjunto.

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