Qué buena corrida en El Relicario

Bien lo lanceó Luis David Adame. El toro pelea con la cabalgadura de Daniel Morales, quien castiga; me dio la impresión que el morito se defendió al final del encuentro

Oiga usted, como decía Paco Malgesto, qué buena corrida la del pasado viernes en la noche en El Relicario; qué buen encierro de La Punta. La última referencia de la ganadería, mala, fue la inauguración de Acrópolis en noviembre de hace tres años. Hoy resultó una grata sorpresa.

No haga usted mucho caso de los premios porque, a mi entender, fueron benévolos.

El acierto y la colocación de la espada es fundamental para la concesión de orejas; a cambio, los tres espadas estuvieron ahí, cada uno con su estilo, cumpliendo cabalmente.

Los ganaderos La Punta, Pedro e Ignacio Vaca Elguero, Pablo Carrillo y Felipe Franco mandaron un encierro interesantísimo, enrazado, bravo. Bravísimo el primero; caminó el segundo; el tercero de dulce, aunque desentonó por sus pitoncitos, embestía como hermana de la caridad; cuarto, quinto y sexto encastados, embistieron con emotividad. Los tres últimos, mejor presentados que los tres primeros.

Le dieron arrastre lento al sexto. No era el que más lo merecía, pero creo que se lo concedieron para que La Punta no se fuera sin premios.El primero de lidia ordinaria fue muy bravo, un toro emocionante en sus acometidas, de esos que logran que uno se acuerde que este asunto se llama “fiesta brava” y que los toreros se la juegan de verdad.

Jerónimo le cuajó una tanda de verónicas, destacando dos por el lado izquierdo; lo llevó al caballo adornándose. El toro peleó en varas, metió la cabeza abajo del estribo; apoyándose en los cuartos traseros empujó con fuerza y llevó el caballo hasta las tablas. Othón Ortega aguantó y picó muy bien, fue ovacionado. Roberto Huerta y Juan Ramón Saldaña cumplieron con los garapullos.

El Jero le brindó a un grupo de niños de la escuela Sahagún de la ciudad de Puebla, quienes el pasado lunes convivieron con él y Silveti precisamente en El Relicario. Realizó una faena en los medios, sobre todo por el lado derecho; lo toreó muy bien, nunca se echó pa’ tras. Muletazos largos, templados a “Constructor”, que tuvieron buena respuesta del público. La estocada fue caída. Dos orejas fue demasiado premio.

Su segundo también fue encastado; nuevamente bien a la verónica. El puyazo de Fermín Salinas es caído; rectifica, otro agujero al morito. Ahora el quite es por navarras y nuevamente el diestro logra emocionar con una faena vibrante, por el nervio del toro al embestir y el torero pudiéndole. La estocada es baja. Vuelta al ruedo.

Diego Silveti, nada con el capote al segundo de lidia ordinaria. Érick Morales da un puyazo a un toro que peleó en el peto. Un buen par de banderillas de Juan Ramón Saldaña, Roberto Huerta como puede. Silveti lleva al toro caminando a los medios para empezar el último tercio; un par de tandas por el lado diestro, por el otro lado el punteño tiene menos recorrido; la faena no prende en el público, termina con manoletinas. Estocada recibiendo, sorpresivamente se concede la oreja.

Con el otro nada con la capa. Casi lo deja crudo; Salomón Azpeitia da un piquetito. Destacan Juan Ramón Saldaña a la brega y Cristian Sánchez con los palos.

Bien inicia Diego Silveti la faena. En los medios aguanta las embestidas fuertes y bravas de “Enamorado” en varias tandas por el lado derecho; una o dos por naturales. Deja una estocada en buen sitio, el toro no cae; Diego tiene la certeza de que sí doblará, tanto que se sienta en el estribo para esperar, una estampa poco frecuente. El toro no dobla, empiezan las prisas, varios descabellos, le sueltan dos avisos y, al unísono, cuando suena el tercero, dobla el burel.

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Cuando salió el tercero lo tocaron simultáneamente tres subalternos desde los burladeros. El toro parecía desconcertado y se emplazó, hasta que decidió arrancarse con mucha fuerza y velocidad al burladero de aguante; como se le acabó el terreno, brincó al callejón. Bien lo lanceó Luis David Adame. El toro pelea con la cabalgadura de Daniel Morales, quien castiga. Me dio la impresión que el morito se defendió al final del encuentro. Luis David quita por verónicas. Ahora es Fernando García quien brega con pulcritud; dos buenos pares de Lupillo.

Luis David inicia en los medios citando para un cambiado por la espalda, luego por delante, otro cambiado y remata con una firma. Corre la mano con temple en varias tandas en los medios por la derecha. Una o dos por el otro lado. Estocada recibiendo al segundo intento, descabellos y avisos. Da la vuelta al ruedo.

El sexto es un castaño bien armado. Lo recibe con un farol de rodillas, a pie lancea a la verónica. Pica Curro Campos; quite por gaoneras. Dos buenos pares de Fernando García. El toro tiene fuerza, se arranca de lejos a un muletazo por alto, dos más que prenden el cotarro. Por ambos lados hay buenos pases, pero el toro pierde su fuerza; dosantinas y manoletinas para terminar. Estocada recibiendo, queda baja. Dos orejas.

Con un buen novillo de El Batán, abrió plaza el rejoneador Cuauhtémoc Ayala, quien mostró avances en su toreo, pero el rejón de muerte no se le dio bien. El becerrista Gustavo García “Solito” cuajó un quite por ajustadas gaoneras. Actuaron Los Forcados Amadores de Puebla, una buena pega de cara al primer intento de Jorge Luis Ferral; el rabillador fue Ismael Gutiérrez.

Muy poca gente en el tendido. La corrida nuevamente inició 30 minutos después de las 8:00 de la noche, la hora anunciada. El festejo terminó 11:44, ya el frío calaba. Los seis toros se pasaron con dos pares de banderillas. La próxima semana se anuncia un encierro de Barralva para Ponce, Saldívar y El Galo. Nuevamente las imágenes de Marincho Herrera ilustran lo sucedido en la segunda de la Feria Guadalupana. Oiga usted, qué buena corrida.

  

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