Unidades obsoletas, sin documentación de unidades y operadores, y hasta la falta de capacitación de los choferes, forman parte del estado en el que se encuentran 8 de cada 10 unidades del transporte público en Puebla.

A pesar de ello, los transportistas lograron la autorización para incrementar el costo del pasaje a 8 pesos con 50 centavos, según han anticipado algunas organizaciones.

Algunas marchas y paros realizados para presionar el alza derivaron en una mesa de negociación entre los grupos de transportistas y las autoridades para negociar un plan integral de mejora para poder avalar el incremento a la tarifa.

De aprobarse el alza de 2 pesos con 50 centavos más al pasaje, para llegar a los 8 pesos con 50 centavos, una familia de cuatro personas llegará a gastar poco más de 2 mil 40 pesos al mes para su traslado de ida y vuelta a sus diferentes destinos, lo que representa más de 60 por ciento de su ingreso mensual, si se toma en cuenta que el salario mínimo se ubica en 102 pesos diarios.

De esta forma, los ciudadanos pagarán el costo de un transporte que tendría que cumplir los mínimos requerimientos que la ley marca, pero que en estos momentos sólo dos de cada 10 unidades que circulan en Puebla los cumplen.

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Accidentes

En Puebla circulan 254 rutas de transporte público, que agrupan más de 12 mil concesiones. Del total de unidades, al menos 80 por ciento no cumple con requerimientos de la Ley del Transporte vigente, siendo que 36 por ciento deben ser renovadas.

Por si fuera poco, las malas condiciones de las unidades, aunadas a la contratación de personal inexperto, ha provocado que los transportistas constantemente se vean involucrados en accidentes que han culminado con la muerte de pasajeros y transeúntes.

Tan sólo en el primer trimestre de 2019, registros oficiales dan cuenta de 25 muertes de peatones y ciclistas en percances relacionados con el transporte público.

Del 1 de enero al 2 de septiembre se registraron un total de 303 eventos, de los cuales 232 fueron colisiones y 41 atropellamientos, 104 personas resultaron lesionadas y hubo 7 decesos.

Fallan estrategias

Si bien en la administración municipal de Luis Banck Serrato se invirtieron 2.5 millones de pesos de recursos del Fondo para el Fortalecimiento de Seguridad (Fortaseg) para así adquirir y colocar 200 botones de pánico en igual número de unidades de 10 rutas de transporte público con mayor incidencia delictiva, estos sistemas fallaron en el combate a la delincuencia.

Estos sistemas se colocaron en unidades de las rutas Libertad-Cuauhtémoc, Azteca, 72, 76, 33, 64, 52, 28, 200 y 27, donde el 25 por ciento de la totalidad de los robos se presentaban en estas concesiones.

Cada una de las 200 unidades cuenta con cinco botones y cuatro cámaras de videovigilancia, dos junto al chofer y tres son para los usuarios, los cuales están instalados cerca de las personas para su fácil activación.

Pese a ello, hoy Puebla se encuentra en el lugar número 13 como el municipio con más robos a transporte público con violencia con 63 delitos, reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En los primeros 8 meses de este año se obtuvieron las más altas estadísticas de inseguridad en el transporte público (con violencia), debido a que ascendió de 35 a 63 hechos delictivos, que son un 80 por ciento más.