Memorias del crimen: Huehuetlán, la matanza

Ocho habitantes asesinados, cinco de ellos calcinados, y un comandante municipal fue el saldo de la noche más oscura en este municipio

Eran las 22:30 horas cuando sujetos armados, miembros de la conocida banda de Los Cuijes, dedicada a la extorsión y robo de combustible, arribaron al municipio y comenzaron la matanza. En total ocho personas fueron asesinadas, cinco de ellas levantadas y calcinadas. Además, un comandante de Policía Municipal de esa demarcación fue asesinado por supuestos familiares de los ejecutados.


Horas terror, inicia la cacería

El comando llegó primero a un inmueble buscando a un sujeto apodado El Chino, para cobrarle derecho de piso, pero no lo localizaron. Continuaron su camino y se encontraron con un hombre identificado como Evaristo, de 55 años, y a su hijo Ramiro, de 23 años, a quienes asesinaron de varios disparos.

Luego se movieron al domicilio de otro hombre llamado Merced, de 44 años, le cobraron derecho de piso y también la asesinaron. Dueños de las calles de Huehuetlán, los sujetos se desplazaron por el municipio y levantaron a seis personas, cinco de ellas fueron identificadas como Abraham, Luis, Pablo, Ignacio y Hugo.

La gente se defiende

Al enterarse de la matanza, pobladores se armaron con rifles, escopetas, machetes y palos y salieron a los domicilios de los asesinados, pero a su llegada sólo encontraron que los cadáveres eran custodiados por familiares y vecinos, algunos de ellos alcoholizados.

Uno de los domicilios atacados estaba a la entrada del municipio, por lo que los habitantes cerraron el acceso al pueblo con camionetas. Policías municipales permanecieron en la comandancia, pues los pobladores se tornaron violentos contra ellos por no impedir los asesinatos y los levantones.

Llegó la ayuda

Fue hasta la mañana del lunes que comenzaron a arribar agentes de la Policía Estatal y de la Fiscalía General del Estado (FGE), pero mientras se realizaban las investigaciones por el triple asesinato, en la calle del Deporte, esquina con Barranca Balcázar, un vecino asesinó a tiros al comandante Martín, de la Policía Municipal, también resultó herido Enrique, otro agente municipal y Evelio, el entonces regidor de Gobernación.

Más tarde las autoridades recibieron un reporte sobre el paradero de cuerpos calcinados en un paraje de la junta auxiliar de Santo Tomás Chautla, en Puebla, a unos 15 minutos de la carretera a Huehuetlán.

En el lugar se hallaron cinco cadáveres, que correspondían a las personas levantadas horas antes. Familiares solicitaron acercarse para poder ver los cuerpos y tratar de reconocerlos, pero la fiscalía indicó que por las condiciones en las que estaban no pudieron ser identificados en ese momento. Luego de cuatro horas de trabajo, los cuerpos fueron llevados al Semefo.

 

 

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