Manantial histórico de Arizona, primera víctima del Muro

El manantial, que discurre cerca de la línea fronteriza, ha sido un “oasis en el desierto” para miembros de la tribu indígena Tohono O’odham

Defensores del medioambiente temen que una de las primeras víctimas del muro fronterizo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sea el manantial de Quitobaquito, que durante siglos ha sido fuente de abastecimiento de personas y animales que cruzan y habitan el desierto de Arizona.

El manantial, que discurre cerca de la línea fronteriza, ha sido un “oasis en el desierto” para miembros de la tribu indígena Tohono O’odham. También lo fue para misioneros españoles que llegaron a esta región y luego para familias mexicanas que se establecieron en esta región antes de que formara parte de EU.

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Debido a la construcción del muro fronterizo, se espera que el gobierno federal comience en octubre a bombear agua proveniente del manantial para mezclarla con el cemento.

También se cree que con el agua se rocíen los caminos donde los contratistas levantarán el muro, cuya construcción comenzó a finales de agosto dentro de un área de Arizona que es Monumento Nacional.

El gobierno quiere reemplazar 44 millas (unos 70 kilómetros) de cercas de madera existentes dentro del Monumento Nacional de Organ Pipe Cactus por gigantescas placas de acero de 30 pies de alto (9 metros), y bases de hormigón armado de 10 pies (3 metros) de profundidad.

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