Inteligencia o intuición

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Los gobiernos del mundo en todos sus niveles han permanecido en las últimas semanas totalmente concentrados en disminuir los contagios y muertes por la pandemia en la que estamos inmersos y al mismo tiempo hacer frente a los múltiples efectos políticos, económicos y, sobre todo, sociales, que surgen como los grandes daños colaterales de esta enfermedad. 

Para muchas personas expertas en economía y asuntos públicos, el presente desbalance económico y sus consecuencias tiene, por sus dimensiones, a la crisis económica de 1929 o la Gran Depresión como su antecedente más próximo. Por lo que el reto de mantener el barco a flote y llevarlo al mejor puerto posible representa un esfuerzo que debe privilegiar la participación de cada sector de la sociedad a escala global. México no puede ser la excepción.

Por paradójico que parezca, en plena era neoliberal donde el papel del Estado debe ser el mínimo, las miradas de miles de millones de personas voltean a ver con esperanza a ese conjunto de instituciones como responsables del barco que con determinación decidirán la dirección de este nuevo viaje. Esta pandemia también es una gran oportunidad para que los liderazgos consoliden o recuperen la confianza de las y los ciudadanos o, por el contrario, perderlo todo; porque ante todo esas instituciones las representan mujeres y hombres que fungen como funcionarios públicos y políticos.

En este sentido, las políticas públicas cobran una vital importancia en los procesos de decisión que a diario van configurando los nuevos tiempos. Decidir a partir de la evidencia, involucrar a expertos de distintas áreas de las ciencias en la formulación de estas políticas y consensuar todas aquellas intervenciones estratégicas con la ciudadanía, ayudará no sólo a elegir la mejor ruta, sino que mantiene alejadas las tentaciones de ejecutar acciones a partir de la intuición. Los recursos públicos que son limitados ante todas las necesidades no pueden desperdiciarse más.

En México distintos centros públicos y privados, organizaciones de la sociedad civil y destacadas personalidades dedicadas a la academia, al activismo y a la investigación han generado propuestas que ponen a consideración de las autoridades en distintas ramas del conocimiento, sobre todo en la económica, la de salud y la social. La idea no es denostar el esfuerzo que se hace ahora, sino fortalecer y poner al alcance del gobierno otros tantos recursos para decidir mejor. Sumar es el único objetivo.

También este mismo conglomerado se ha dedicado a difundir información sobre el coronavirus, sobre el panorama que se puede desarrollar en los meses por venir o divulgando las medidas tomadas por distintos gobiernos para que su conocimiento tenga mayor alcance.

Por ejemplo, el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas (LNPP) del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) habilitó el micrositio https://lnppmicrositio.shinyapps.io/PoliticasEconomicasCovid19/ para mostrar “… los planes económicos que los diferentes gobiernos estatales están planeando ejecutar en los próximos días para afrontar y recuperarse del shock económico que representa la pandemia actual del COVID-19”.

El mapa es resultado de proceso de recopilación, síntesis de notas de prensa y comunicados oficiales que permite a cualquier persona saber las principales medidas para afrontar la crisis económica por venir. Entre ellas se encuentran incentivos fiscales, financiamientos para empresas, seguros de desempleo, apoyos alimenticios y atención prioritaria de servicios públicos para población vulnerable.

En febrero de este año, antes de la declaratoria de emergencia causada por la COVID-19, el LNPP llevó a cabo en Puebla la Reunión Plenaria para la Creación de la Agenda Estratégica del Pacto Oaxaca, que tuvo como objetivo construir una visión de futuro para la región sureste del país. Rescato que como parte de este y otros tantos eventos similares en otras regiones de México, se llevó a cabo un taller de Inteligencia Colectiva con académicos del CIDE, secretarios y secretarias estatales de economía y representantes del sector industrial y empresarial para identificar las problemáticas que frenan el desarrollo en la región mediante el aprovechamiento y vinculación de distintas perspectivas de este asunto y así proponer acciones que favorezcan el desarrollo económico.

Un poco más de dos meses han pasado de aquel momento y ya nada es igual. Por ello, el seguimiento y replanteamiento de estos acuerdos debe continuar y que cada vez haya más ejercicios como éste para otros sectores clave en la vida nacional.

Esta pandemia nos está dejando grandes lecciones sobre la desigualdad de oportunidades que nos rodean. Pese a que la enfermedad no distingue condición socioeconómica, es muy claro que hay quienes están más expuestos. Las herramientas técnicas y metodológicas que acompañan a las políticas públicas deben estar más cerca del oído de quien toma las decisiones que los susurros adulantes que tanto nos dañan.

 

Twitter: @IvanJuarezJPue

Director de Comunicación del @CCSJPuebla

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, diario imparcial de Puebla.


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