Vecinas, vecinos, después de tantos días de intenso calor por fin algo de lluvia, así que cuídense; aunque, por supuesto nunca está de más una buena refrescada al ambiente…

Y en un capítulo más del pleito político por obtener el control de la seguridad pública de la capital, ahora vimos la incursión a la vecindad, que todo mundo quiere llamar con romanticismo “La Maldita Vecindad”, cuando se trata de un doble problema: político y de seguridad.

En lo político, el gobierno estatal se empeña en querer exhibir un presunto vínculo de autoridades municipales con delincuentes, pero hasta hoy no vemos las denuncias ante Ministerio Público.

Y por otra parte, el rubro de la seguridad, ya van dos operativos que encabeza la Policía Estatal con resultados poco alentadores o insuficientes, que lejos de mostrar con creces por qué quiere controlar la seguridad pública en la capital, deja en evidencia que las acciones policiales quedan muy cortas: cuatro detenidos y envoltorios de mariguana.

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Y como si no fuera suficiente la confrontación entre autoridades, ayer el gobierno de Puebla se fue con todo contra la Profeco y su delegado, Alfredo Torres Campos, a quienes responsabilizaron de que los precios de productos básicos estén por las nubes e incluso de que haya especulación y demás irregularidades comerciales.

Y más tarde, la dependencia federal se defendió como pudo. De entrada, desmintiendo que el gobierno haya buscado comunicación con el director nacional, Ricardo Sheffield Padilla, para dialogar sobre el caso.

Y todo para que al final “demostraran” que sí buscaron, pero al delegado, no al funcionario nacional… cuidado con las verdades a medias.

Con tanto pleito diario, vamos a ver a quién se agarran hoy de su puerquito mañanero…

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Resulta que Eukid Castañón no está enfermo de coronavirus, que bien por él y su familia…

Lo increíble es que la autoridad dedique todo un informe a partir de una sola persona cuando en realidad más importante sería que explicaran los mecanismos de seguridad y protección que se aplican en los penales del estado, tanto para resguardar la salud de custodios, directivos de esos centros y por supuesto de internos y sus familiares.

Vecinas, vecinos, dejen de hacer tantos corajes que se van a enfermar. Mejor cuídense mucho y quédense en casa.