“El gran motor de cambio es la tecnología.”- Alvin Toffler

En la coyuntura que estamos viviendo en México y en el mundo, debemos ser conscientes de la utilidad y los alcances que puede tener el uso de la tecnología para enfrentar al Coronavirus; considerando que en este momento es la herramienta que puede ayudar a la ciudadanía a atravesar la emergencia sanitaria desde el distanciamiento.

Para entender el contexto, es necesario conocer, de acuerdo con datos de la OMS, las cifras actualizadas hasta el 25 marzo son:

1. En el mundo, se tiene un registro de 372 mil 757 casos de personas contagiadas, de las cuales, han muerto más de 20 mil personas. Siendo China, Italia, España y Estados Unidos, los países que mayor número de registros han sumado.

2. Es menester añadir que existen más de 80 mil casos sospechosos a nivel mundial.

3. En el caso particular de nuestro país, se cuenta con un registro total de 489 personas contagiadas y 6 decesos. Además de mil 219 casos sospechosos de acuerdo a la Secretaría de Salud.

Resulta importante destacar que el alto número de personas catalogadas como casos sospechosos, podría ser disminuido, mediante el uso de la Inteligencia Artificial (IA) y tecnologías que ayuden a prevenir y analizar la propagación de nuevos casos.

Frente a estas circunstancias, a través del uso de la tecnología y con liderazgo político, las autoridades de diversos países han puesto a trabajar a sus oficinas de innovación pública para enfrentar esta pandemia, co-creando decisiones y políticas públicas entre ciudadanos, funcionarios públicos y el sector privado. En conjunto, han desarrollado aplicaciones, micrositios y diversas herramientas tecnológicas para facilitar al ciudadano el acceso a la información pública en materia de salud; así como recomendaciones y protocolos para garantizar su bienestar, movilizando estrategias para las diferentes fases de intervención de la acción pública. Con el uso de IA se pueden conocer y analizar datos para mejorar la acción gubernamental en el desarrollo de soluciones que buscan no solo mitigar, sino erradicar este problema de salud, cuyo impacto trasciende esta esfera, afectando también la seguridad, la educación, el comercio o la economía.

Los gobiernos deben aprovechar el potencial que ofrece la IA, a fin de establecer predicciones sobre la evolución de este fenómeno, destinar con mayor precisión los recursos necesarios en ubicaciones específicas y críticas, y por supuesto, detener la propagación del virus. Con los datos proporcionados por empresas de telecomunicaciones, gobiernos como el de China e Israel, detectaron los movimientos humanos, a través del monitoreo de los celulares, para desarrollar modelos predictivos que permitieron determinar que el flujo de viajeros, hacía exponencial la propagación del virus, por lo que debían anticiparse a ellos. Se han desarrollado softwares y algoritmos interpretados por la IA y supercomputadoras. Y ha sido frecuente ver en las calles de países asiáticos, robots que detectan la temperatura corporal de las personas, drones cuya tarea es fumigar y vigilar que las personas permanezcan en casa. En materia de salud, el uso de impresoras 3D ha contribuido a crear equipo médico como respiradores artificiales y termómetros, así como puertas con control sanitario.

Sin duda, la tecnología está siendo muy útil en el combate a esta pandemia para que los gobiernos tomen sus propias decisiones; no obstante, los líderes no siempre saben qué hacer con los datos y cuándo actuar, eso depende mucho de la calidad de los liderazgos en tiempos de crisis, así como la formación de un gobierno abierto, resiliente y democrático que promueva una gobernanza colaborativa, integrando redes de capacidades y recursos de distintos actores sociales. Universidades de Estados Unidos, la de Washington y la Johns Hopkins, a través de su Centro para las Ciencias de Sistemas e Ingeniería, han creado valiosos recursos tecnológicos de enorme valor público para el momento que estamos viviendo; así como la Escuela de Gobierno de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, que ha creado la primera herramienta para rastrear y comparar las respuestas políticas de los gobiernos que abordan el brote de coronavirus en todo el mundo, a través de un Índice de Rigurosidad.

En México, la Agencia Digital de Innovación Pública del Gobierno de la Ciudad de México, ha habilitado un número de contacto para la atención del público; en el cual, se envía un mensaje de texto (sms) sin costo desde un celular con la palabra covid19 al número 51515. La atención es inmediata y se recibe un breve cuestionario sobre síntomas y factores de riesgo asociados con este virus para que los ciudadanos realicen un autodiagnóstico. Las personas recibirán indicaciones sobre qué hacer en cada caso, de acuerdo con las respuestas otorgadas en el cuestionario; y, de ser necesario, las autoridades se pondrán en contacto con ellas. El servicio también estará disponible en la página de internet covid19.cdmx.gob.mx y por teléfono, marcando a Locatel al 56 58 11 11.

En Argentina, la Secretaría de Innovación Pública, creó la aplicación “Coronavirus Argentina” cuyo objetivo es permitir a los ciudadanos auto diagnosticarse en caso de presentar síntomas, así como mantener informada a la población sobre las medidas de prevención.

Gobiernos de otros países, han desarrollado tecnologías y procesos distintos para enfrentar el COVID-19; si bien, lo más valioso de la innovación pública es que con la combinación de la tecnología, el liderazgo político y la cooperación internacional podría conjugarse la forma más rápida y efectiva para combatir la propagación de este virus. De ahí la importancia de que los países inviertan más recursos en ciencia y tecnología, ya que de esto dependerá su efectividad en la atención de problemas públicos.

Profesor de Tiempo Completo del Tecnológico de Monterrey

@floresm_mx / [email protected]

Esta colaboración la comparto con José de Jesús Téllez López, estudiante de la Licenciatura en Derecho.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, diario imparcial de Puebla.