Las Águilas UPAEP se encontraban disputando el Campeonato Conadeip y corrían el riesgo de descender por primera vez en su historia. La mañana del 23 de marzo de 1995 Juan Manuel Aguirre y Héctor Álvarez visitaron la casa de Javier Ceniceros para ofrecerle la dirección técnica del equipo varonil en busca de ganarle al Tec Monterrey esa misma noche y salvar la categoría.

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“Hablé directamente con el Lic. Mario Iglesias, en ese momento rector de la Universidad y gran aficionado del basquetbol. Le dije que había muchas probabilidades de que descendiéramos a segunda división y que lo mejor era un cambio de entrenador; a lo que respondió que asumiera mi responsabilidad y que contaba con su apoyo,” rememoró Juan Manuel Aguirre Langle.

La disputada de ese campeonato era cerrada, todos los rivales tenían la posibilidad de calificar a semifinales o incluso perder la categoría. Desde sus inicios en el banquillo, la mentalidad del nuevo coach era ganadora; tanto que él pensaba más en el marcador que le podría dar el pase a semifinales antes del tema por la permanencia. 

El juego se llevó a cabo ese mismo 23 de marzo de 1995 en el gimnasio de la UDLAP.

El debut de Ceniceros González fue soñado ya que UPAEP venció por 17 puntos a los Borregos de Monterrey y con ese resultado pudo calificar como segundo lugar de grupo a las semifinales de Conadeip. En esa ronda caería con la UP de México y en el duelo por el tercer lugar derrotaría a la Universidad Regiomontana, por lo que con tres juegos dirigidos, el nuevo entrenador ya tenía en su historial un pódium a nivel nacional.

A 25 años de distancia, Javier Ceniceros tiene en su palmarés 18 campeonatos nacionales, ha sido entrenador en jefe en selección nacional universitaria y en la mayor femenil; además de asistente en el Mundial FIBA 2014. También formó al único jugador mexicano que ha sido fichado por la NBA surgido de una universidad en México como lo es Gustavo Ayón.

Aguirre Langle, Director de Educación Física y Deporte, en la actualidad le reconoce un sinfín de cualidades pero destaca en él tres. “Primero: sabe plantear los partidos y ajustar sobre la marcha; segundo: transmite seguridad y sabe trabajar bajo presión y tercero: su espíritu de pertenencia con la UPAEP lo lleva a ser un gran formador tanto de personas como de profesionistas”.

Su jefa inmediata Adriana Ramírez Salazar, coordinadora de Básquetbol en la Institución se siente privilegiada de contar con Javier en la UPAEP. “Ha sido un gusto y un honor estar con él desde el primer día. Muchas felicidades, que Dios te dé salud para que sigas impactando vidas a través del basquetbol.”

Javier Ceniceros agradece a su Alma Mater la oportunidad que le dio, primero como estudiante y ahora como trabajador. 

“Siempre estaré agradecido con la Universidad por haber confiado en mí. Estoy muy contento y con ilusión de seguir formando jóvenes y llevarlos por el buen camino de la vida.”