Vecinas, vecinos, cómo se encuentran en este martes de sol y bonito clima en la ciudad de Puebla. Si son de los afortunados de realizar trabajo en casa, háganlo, cuídense, ya que hay muchas más personas que no tendrán esa oportunidad ya que deben salir a ganar su ingreso…

Lo que deja a más de uno con la boca abierta es que el gobierno estatal le pelea al ayuntamiento de Puebla el control de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y en los hechos, ni siquiera puede poner orden en el resto del territorio poblano, donde ayer se contaron casos de violencia como la múltiple asesinato en Amozoc.

El secretario de Seguridad Pública, Raciel López Salazar, no termina de ofrecer resultados y se reproducen este tipo de casos que muestra la operación libre de los grupos del crimen organizado. Qué bien, les preocupa la ciudad, lo malo es que parece se concentran tanto en ese asunto, que olvidan lo demás y hasta el momento sigue sin conocerse públicamente una estrategia clara para que la gente en la entidad viva tranquila.

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Ahora sí le preocupa al gobierno del estado, tanto, pero tanto, que no se propaga el Covid-19 que ahora quieren aplicar la ley y sancionar con cárcel a aquellos que sabiéndose enfermos no cumplan con el aislamiento y, en consecuencia, contagien a otras personas… Es la ley, es cierto, pero las autoridades siempre buscan por el lado más fácil.

Hay quien cree que mejor que se apuren con las pruebas para que puedan detectar con mayor rapidez los casos positivos, los asilen y frenen la pandemia. Pero el secretario de Salud, Jorge Humberto Uribe Téllez, salo se preocupa de que los laboratorios privados parecen manejar la situación con mayor seriedad que el público.

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Y mientras el gobernador Miguel Barbosa dice cada que puede que hay 200 millones de pesos para compras que permitan atender la crisis por coronavirus, los médicos, enfermeras y personal administrativo de centros hospitalarios ya salieron a protestar porque las condiciones son de quinta, dicho por los propios trabajadores que temen contagios por falta de medidas de prevención para ellos.

A poco están asesorando mal al mandatario, tanto que le explican una versión muy diferente a la que los burócratas del sector salud refieren. El titular del Ejecutivo se encuentra ante estos reclamos con la oportunidad de demostrar que sabe escuchar y resolver problemas, solo falta que asuma esa postura. ¿Se animará?

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Y al que de plano no lo escuchan o carece liderazgo es el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, porque mientras en Catedral encabezó la liturgia a puerta cerrada, con medidas extremas de prevención, en decenas de templos de la ciudad, párrocos y feligreses participaron en sus ceremonias como si nada.

Que de plano la Arquidiócesis de Puebla no supo aterrizar la decisión o hay tanto desorden en la jerarquía católica que cuando les conviene sí obedecen y cuando no, cada quién es el amo y señor de su parroquia.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.