Acción poética es de la gente que lo lee, no de quien lo hace: Alanís

Armando Alanís comparte su pasión por la poesía y sus proyectos para compartirla al mundo.

Armando Alanís Pulido (Monterrey, 1969) poeta, promotor cultural mexicano y director fundador del movimiento “Acción Poética”, fenómeno literario y artístico que consiste en apropiarse de los espacios públicos y plasmar en aquellas “libretas grandes” versos y frases no sólo amorosos, sino de reflexión social y que en la actualidad se realiza en 40 países.

El Día Mundial de la Poesía es una ocasión para honrar a los poetas y promover la poesía, y uno que lo hace de manera original es “El bardo de las bardas”, el poeta Armando Alanís Pulido, quien en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla nos contó sobre su gusto por la poesía, su trabajo y su último proyecto en torno a la lectura del cuerpo femenino.

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Armando, ¿cómo surge tu gusto por la poesía?

No fui un lector tan temprano aunque la lectura siempre me gustó desde niño. En la prepa descubrí a ciertos autores y a partir de ahí me hice más curioso y empecé a leer; después fui descubriendo la poesía y a los poetas, y entonces pensé en dedicarme a la poesía, pero no sólo a escribirla si no a leerla, compartirla, estudiarla. De ahí surge.

¿Para qué sirve la poesía?

La poesía es el conducto que además de facilitarme las cosas y de suavizarlas, me hizo entenderlas mejor. La palabra es comunicar; comunicarlo, comunicación. Si uno se comunica mejor, se tienen más fuentes, hay más simpatía, y entendí que debería comunicarlo y la vía era la poesía.

Me gustó el uso del lenguaje; la sublimación, el romanticismo, aunque no necesariamente los temas tienen que ser cercanos al amor.

Yo tengo un libro sobre la violencia, pero entiendo y siempre regreso al mismo asunto, comunicar.

Como país, estamos violentados desde el lenguaje, desde nuestra comunicación y lo que va a generar es más odio y violencia. Entonces lo que hice con Balacera fue darle el sentido real a la palabra, que se rebajó tanto y era muy común. La oías todos los días, aparecía en los periódicos, la gente hacía bromas sobre las balaceras.

Quise darle ese sentido terrorífico que tiene. A mí me tocó verla, imagínate lo cercano del olor a la pólvora, de cuando acaba de suceder la balacera.

Es impresionante, pero todo eso lo veíamos muy normalizado y decíamos: “hay una balacera, no vayamos para allá”, o “a tales horas va haber una balacera, ya anunciaron”, o cosas así que yo entendí que eran cosas del lenguaje y de comunicación.

Para eso va la poesía, para traducirlo y comunicarlo y hacer que haya reflexión en los lectores de la mejor manera.

¿Cómo es la selección de frases o versos que usas para plasmar en las bardas?

Más que tomar o apropiarse del discurso ajeno, de lo que te tienes que apropiar es de los espacios. Sacar la poesía al espacio público, y de sus plataformas originales.

Hacer un texto poético o literario en mi caso, y pensar que va a estar en un libro, es acotarlo muchísimo, aunque lo que diga sea poderoso.

El espacio público le da otro sentido, como le quieras llamar; hacer la libreta más grande o visualizarlo mediáticamente, pero es descontextualizar al texto, pero para bien, porque lo pones en otros ojos, en otras ideas, en otras cabezas, que a lo mejor no están viciadas, con todas las exigencias que le podemos poner a la poesía los que somos lectores de poesía y que le sabemos un poquito más. Aquí el discurso va para el que vaya caminando, la persona común y corriente que no necesita obligatoriamente ser un lector.

¿Y los espacios para “Acción Poética”?

Siempre lo he dicho, los muros nos encuentran. Ahora es más fácil con el asunto de las redes sociales. La gente nos invita y nos ofrece sus paredes, hasta espacios públicos que puedan ser leídos por la gente. “Acción poética” es de la gente que lo lee, no de quien lo hace.

Pero hay una serie de cómplices, que se tienen que dar y se han dado de la manera más hermosa. La gente lo ha hecho parte del paisaje urbano en Monterrey y en muchas ciudades, y eso es un punto más, de una ganancia para la poesía.

En cuanto a tu trabajo poético, ¿cómo lo ves en la actualidad?

Me gusta mucho en este momento lo que yo estoy haciendo, y eso que me he vuelto muy crítico. Estoy en el mejor momento creativo y espero que lo que estoy escribiendo llegue a publicarse, y que cuando eso salga, la gente que lo lea piense lo mismo que yo.

¿De qué va tu proyecto sobre las mujeres?

Estoy muy emocionado de hacer este trabajo. Apropiarte de otros espacios, en este caso del cuerpo femenino, que está tan estigmatizado. Lo que quiero es darle otra lectura al cuerpo de la mujer, de todo el poder que tiene eso.

Lo tienen que entender los hombres, pero también lo tienen que entender muchas mujeres.

En el proyecto nunca he pensado en aprovecharme de eso o subirme al tren del activismo; esto es una lectura muy propia, como artista del cuerpo humano, tener la conciencia social de lo que decimos los que escribimos poesía. Eso debe tener un impacto social, las mujeres ahora se están haciendo más visibles en cuanto a reclamos y en exigencias; en ese sentido, hay que unirnos amorosamente a sus demandas.

 ¿Hay algún consejo que les darías a los nuevos poetas?

Sin caer en el clásico “vayan y lean, háganse lectores”, más que eso. Es decir, que asuman lo que vayan a escribir y que lo relacionen con la pasión. Si le imprimes eso los resultados que quieras obtener o el éxito sea la definición que le quieras dar, va a llegar. Yo al menos quiero ser parte de los efectos y afectos que tiene la poesía, y uno es la pasión. Y si estamos involucrados en eso, tendremos éxito y seremos felices. La pasión por escribir; es un oficio de honestidad y de comunicación.

 

 


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