Vecinos, ya estamos cerca del fin de semana, pero con la pila más que puesta para platicar de lo que sucede en la vida política y social de nuestro estado.

Para empezar, el gran tema de hoy es la megamarcha de los universitarios y que de acuerdo a lo previsto congregará a jóvenes de al menos 30 instituciones de educación superior, y desde ahora vale la pena advertir que el éxito de la misma no va en función del número de participantes, ni de las calles que abarquen los contingentes, sino de la intensidad, la vehemencia con la que los alumnos expresen su demanda de justicia, seguridad y, por qué no, cese al acoso en las aulas.

Por supuesto, si acuden miles tomará mayor realce, ya que ese tipo de elemento siempre otorga más relevancia, pero el movimiento debe valorarse por su aportación histórica a la vida de Puebla. Y para no desentonar, las autoridades, el gobernador Luis Miguel Barbosa y su equipo, deben poner atención y responder con asertividad.

Y por favor, que nadie se queje del tráfico, porque la marcha de estos muchachos es por la seguridad de todos…

En cuanto a la movilización del 9M la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, y su secretario de Administración, Leobardo Rodríguez Juárez, se anotaron un punto a favor, al anunciarse la adhesión del gobierno municipal al Paro Nacional de Mujeres, en el que podrán participar 2 mil 340 trabajadoras de diferentes niveles y áreas.

Recuerden que no se trata de que les den permiso, pero sí de que las instituciones no castiguen porque entonces, debe reconocerse, representaría una nueva forma de violentar a la mujer sólo por su decisión de manifestarse. Dicen que en otros municipios no hay la misma disposición. Qué lástima, exhiben ignorancia y misoginia.

Nadie debería llamar traidores a los diputados de Morena-PT-PES que votaron con la oposición para regresar a comisiones la iniciativa que pretendía sancionar con cárcel a los taxistas piratas y a los que practiquen ese tipo de ilícito con grúas y corralones; sino por el contrario, es una decisión que muestra un Congreso del Estado vivo, en el que se vale disentir, y todo como un acto democrático.

Ahora, en todo caso, si quieren señalar a alguien tendrían que voltear a ver al presidente Gabriel Biestro Medinilla, a quien le falló la operación política. Y aun así, dicen, realmente está bien que dejen en libertad a sus compañeros para emitir el voto según los intereses de sus distritos.

De hecho, así tendría que ser la constante en el Legislativo, y no la excepción. Ya veremos.

Pues como la megamarcha empieza desde muy temprano, seguro los estudiantes ya están saliendo y la sociedad colaborando… y para eso sólo se necesita ser empático. Buen día.