El amor es complejo, aun para la ciencia: especialista

La coordinadora del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta identifica procesos neuroquímicos y fisiológicos.

El enamoramiento, asegura Margarita Martínez, coordinadora del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta, es un proceso extremadamente complejo incluso para la ciencia, el cual se divide en etapas relacionadas con reacciones y sensaciones.

En entrevista para El Popular, diario imparcial de Puebla, comenta que antropólogas como Helen Fischer, especialista estadounidense en biología del amor y la atracción, han identificado los procesos neuroquímicos y fisiológicos involucrados en la creación de vínculos afectivos, incluso su duración.

La primera etapa del enamoramiento, que suele durar unos seis meses, tiene que ver con la activación de ciertos neurotransmisores que aumentan su producción, como la dopamina y la noradrenalina, que se relacionan con la sensación de plenitud y euforia.

Otros neurotransmisores disminuyen, como la serotonina, un estabilizador del humor; además de que se presenta una reducción en la actividad de la corteza frontal y prefrontal del cerebro. “Por eso es que nos vemos como alterados, un poco locos (...), se modifica el control de nuestras emociones y el raciocinio.”

También lee: Comerciantes esperan repunte de 20% para venta de San Valentín

En la segunda parte del proceso, que va de uno a tres años, se siguen activando los llamados circuitos del amor, así como los centros del placer. Los niveles de noradrenalina y dopamina siguen altos, mientras comienzan a aparecer en la ecuación otras hormonas como la vasopresina y la oxitosina, esta última asociada a los sentimientos de confianza y empatía.

En la última etapa —que puede extenderse hasta una década—, comienzan a disminuir los niveles de dopamina, que se relacionan con la desaparición progresiva de la obsesión por el otro; en tanto, la oxitocina y la vasopresina van tomando su lugar.

 

La plasticidad de las conductas

La doctora advierte que la comunidad científica que analiza estos procesos no intenta ofrecer una explicación fría y rutinaria de lo que nos sucede como seres humanos.

El estudio científico del amor no elimina todas aquellas limitantes y determinantes sociales, ambientales, culturales y psicológicas, ni mucho menos la frescura, la emoción y el misterio de evento, pero sí establece más que causas-efectos, correlaciones entre, por ejemplo, una ruptura amorosa, y la adicción y el malestar por la abstinencia súbita que la producción de endorfinas durante el enamoramiento puede llegar a provocar.

 

 

  • URL copiada al portapapeles