¡Qué tal, vecinos! ¿Ya tienen todo listo para celebrar la Navidad y el Año Nuevo? No olviden hacer una lista escrita, para dejar constancia sobre lo que tienen o les hace falta; así se evitarán muchos contratiempos.

No les vaya a pasar como en las secretarías, donde se han dado cambios de titulares porque los que ya se fueron dejaron dicho que habían trabajado a marchas forzadas con planes, proyectos, carpetas y hasta autorizaciones de obra, pero al parecer sólo se trata de un mito más, porque en los escritorios de la burocracia de oro no hay absolutamente nada. Y no hay papel que avale que hubo trabajo en estos últimos cuatro meses de gobierno.

¿Será que por eso los removieron? 

Cuentan que uno de los casos más emblemáticos es el de la Secretaría de Infraestructura, donde desde los tiempos “galicistas” se hablaba de una carpeta de obras que, incluso, ya estaba autorizada por el gobierno federal, con recursos y toda la cosa. Se supone, dijeron en aquel entonces, que el gobierno entrante se llevaría los aplausos de un trabajo que desde aquel minigobierno se había hecho, pero no hallaron ninguna carpeta.

El gobierno interino dijo lo mismo, y el recién entrante también. Pero lo cierto es que el nuevo titular Juan Daniel Gámez Murillo va a tener que levantar el changarro y empezar de cero, porque no hay carpeta de obras ni mucho menos un diagnóstico claro sobre lo que se necesita.

Así que mientras ustedes se van a celebrar las fiestas navideñas, en Infraestructura les toca ir a visitar cada municipio para hacer un plan urgente de trabajo que les permita dar tiros de precisión y ganar tiempo al tiempo, que es lo que hace falta para dar resultados cuanto antes.

Gran revuelo ha levantado el anuncio del gobernador Miguel Barbosa de cambiar de lugar la Estrella de Puebla. Que si va a destruir el patrimonio histórico, que dónde se va a poner tan tremendo armatoste, que se puede caer, que será un gasto innecesario y otras dudas que son legítimas.

Ojalá pronto se pueda conocer el proyecto de desarrollo del barrio de San Francisco, pues los vacíos de información siempre se llenan y no siempre son con verdades, sino con suposiciones que pueden generar especulaciones económicas, sociales e inmobiliarias, que pueden desacreditar un buen proyecto antes de que siquiera se conozca.

Que para 2020 los comercios ya no darán bolsas de plástico y en enero comenzará un programa para prevenir la catástrofe de llevar desde las verduras hasta los cacahuates en la mano. No hay que asustarse, pues éste es uno de los mejores aciertos de la administración municipal, porque conceden a los ciudadanos la responsabilidad de hacer algo por el medio ambiente, pues en estos tiempos el horno no está para bollos.

Y dirán lo que quieran, pero como ejemplo ahí está el relleno sanitario al tope, que más que un sistema de confinamiento, es un foco de infección de dimensiones indecibles que ya está siendo observado y monitoreado por un equipo de académicos foráneos, quienes pronto revelarán el peligro que representa para toda la zona que lo circunda.

Nos leemos mañana.