Cuando pensamos en mejorar el negocio, obligadamente debemos replantear nuestras estrategias y definir acciones que resulten en transformaciones. Pero, ¿por dónde comenzar? Generalmente se quiere mejorar procesos, infraestructura y activos; sin embargo, es sabido que las personas o los recursos humanos son el componente en quien menos se piensa; aunque, el cambio cultural en las empresas impacta en la obtención de resultados exitosos para mejorar la productividad y ser más competitivos.

La transformación o mejora de las empresas busca mejor desempeño, mayor productividad y rentabilidad, mediante la puesta en marcha de mejores prácticas, alineación de estrategias, unificación de procesos, administración y demás acciones que garanticen la sustentabilidad y ganancias. 

Estos cambios requieren de la participación de la gente involucrada, es así como la Gestión del Cambio apoya durante el proyecto de que los empleados comprendan, reciban y ejecuten las nuevas formas de trabajar de la manera más clara y sencilla. En este sentido, aquí importa el capital humano y su capacidad de adaptarse.

En este momento, es preciso que las empresas miren al interior de sus componentes y busquen la innovación apoyándose en lo más valioso: su capital humano. La transformación exige el compromiso de los participantes y áreas del negocio para adaptarse y ser hábiles ante nuevas formas de hacer las cosas, de esta manera se tendrá una oferta de valor diferenciada y se podrá actuar rápidamente ante las exigencias del mercado.

De acuerdo con NDS Cognitive Labs, “La transformación digital es la integración de la tecnología en todas las áreas de una empresa, cambiando fundamentalmente la forma en que opera y brinda valor a sus clientes. Ésto incluye la reestructura de los productos, procesos y estrategias dentro de una organización”.

Destaca que si bien se refiere a cómo se adoptan y se utilizan las nuevas tecnologías, también implica desarrollar una cultura de trabajo conectada y adquirir herramientas de transformación digital que respalden objetivos estratégicos.

La transformación digital obliga a la creación de nuevos procesos de trabajo y nuevas rutinas que ayuden a optimizar el funcionamiento de la empresa. De manera que al buscar objetivos comunes, el trabajo es colaborativo, en el que se debe capacitar a los empleados para promover que sean proactivos, aportando ideas y tomando decisiones asertivas.

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