La estrella sin brillo del morenovallismo

Durante la administración de Rafael Moreno Valle, el programa incidió principalmente en cabeceras de distritos electorales

Tres años después de la conclusión del sexenio de Rafael Moreno Valle Rosas, uno de sus programas estrella, “Crédito a la Palabra de la Mujer”, que distribuyó más de 199.5 millones de pesos, terminó diluyéndose y sin registros de casos de éxito.

En un documento en poder de El Popular, diario imparcial de Puebla, se informa que desde 2011 hasta 2017 el morenovallismo realizó 23 entregas a más de 45 mil beneficiarias, con un porcentaje de retorno del préstamo de 80 por ciento, pero sin resultados en las comunidades.

Pese a que el Sistema Estatal DIF en aquel sexenio, entonces encabezado por Martha Erika Alonso Hidalgo, presumió los rubros a los que presuntamente se destinaron los recursos, nunca recabaron evidencias de los proyectos de emprendimiento.

Por ejemplo, según consta en el informe, 38 mil 974 de 45 mil 402 ─es decir, un 85.8 por ciento─ invirtieron los créditos en el sector comercio.

No obstante, no hay una base de datos disponible, publicada, en la que aparezcan los establecimientos abiertos con los recursos públicos.

En segundo lugar, las mujeres apoyadas recurrieron a la artesanía, para un total de 4 mil 193, equivalente a 9.2 por ciento; mientras que mil 484 poblanas, esto es 3.2 por ciento, destinaron el dinero a los servicios.

El sector al que menos mujeres invirtieron fue al agropecuario, con 751 casos, equivalente a 1.6 por ciento.

Tampoco se consignaron casos de éxito de parte de las beneficiarias ni seguimiento a los proyectos que iniciaron mientras gobernó Moreno Valle.

De acuerdo con las reglas de operación del programa, después de recibir la primera entrega, las mujeres que se inscribieron para continuar debieron cubrir el monto de mil pesos, para acceder a 2 mil pesos, cantidad prevista en la segunda etapa.

Por lo que, según consta en el documento, no hay testimonios respecto a cuántas mujeres continuaron su emprendimiento, o simplemente devolvieron los recursos al carecer de un buen resultado.

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Más dinero, menos interés

Además de carecer de testimonios, el documento también exhibió el fracaso del programa conforme avanzaron las etapas de entrega de créditos, ya que, al corte del informe en manos de este medio, sólo 10 alcanzaron los niveles más altos.

Al 2016, se indicó, 45 mil 402 beneficiarias participaron en “Crédito a la Palabra de la Mujer”, pero exclusivamente 0.01 por ciento consiguió el préstamo de 8 mil pesos, y otro 0.01 por ciento el de 9 mil pesos.

De la primera a la segunda etapa sólo avanzaron 56.4 por ciento, aunque el monto resultó mayor, porque se duplicó la cantidad inicial.

Para la tercera, nada más ingresaron tres de cada 10 beneficiarias, etapa en la que tenían acceso a 3 mil pesos para invertir en su proyecto de emprendimiento, mismo que careció de auditoría para verificar el ejercicio de los recursos.

En la cuarta etapa todavía rebasaba el 10 por ciento de las mujeres participantes, pero ya para la quinta, apenas 8.9 por ciento accedió para llevarse una bolsa individual de 5 mil pesos.

Mientras que para la séptima, cuando el programa ofreció 7 mil pesos, sólo 0.6 por ciento cumplió con las reglas de operación.

Para la octava y novena etapas, al momento de elaboración del informe de referencia, cinco mujeres se inscribieron para obtener 8 mil, y otras cinco para abrir la llave que daba acceso a la bolsa de 9 mil pesos.

De acuerdo con reportes periodísticos aún disponibles en internet, el programa morenovallista llegó a 10 etapas y un total de 25 entregas, para concluir con un monto global de 231 millones de pesos.

No hay un reporte que explique la reducción de participantes en los niveles más altos; sin embargo, esto pudo ocurrir porque no reintegraron los recursos, o lo hicieron pero ya no les interesó continuar.

No obstante, el documento en poder de este medio se presentó hasta la entrega 23 y un monto de 199.5 millones de pesos, por lo que de ese momento hasta el final del sexenio todavía se otorgaron 31.5 millones de pesos.

Ya no se documentó el balance general, o al menos no se hizo público, ni se explicó el nivel de efectividad y éxito en los proyectos de las mujeres que participaron durante los seis años de ese gobierno.

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Cabeceras distritales

Durante el mandato de Rafael Moreno Valle, el programa incidió principalmente en cabeceras de distritos electorales, pese a que se inscribieron mujeres en los 217 municipios que conforman el territorio estatal.

Los datos disponibles en el documento exhibieron que el mayor número de personas se localizaron en demarcaciones que el PAN gobernó en coalición con otros partidos políticos, a excepción de Tehuacán, donde estuvo al frente el PRI en la segunda parte de ese sexenio.

Por ejemplo, en la ciudad de Puebla registraron 2 mil 060 mujeres; seguida de Zacatlán, con mil 222 beneficiarias; en tercer lugar, Tehuacán, con mil 192; en cuarto, Tetela de Ocampo, con mil 160; y en quinto, Xicotepec de Juárez, con mil 74.

El morenovallismo conservó la presidencia municipal de Puebla para el periodo 2014-2018, después del trienio de Eduardo Rivera Pérez, opositor al grupo político en el poder estatal, luego de tres años del programa.

Xicotepec de Juárez, Teziutlán, Huauchinango, Izúcar de Matamoros y Atlixco, con diferentes partidos políticos, también quedaron en manos de personajes allegados al morenovallismo


Esas demarcaciones aparecen en la lista con el mayor número de beneficiarias de “Créditos a la Palabra de la Mujer”.

No hay una relación directa en el documento que compruebe que este programa tuvo un propósito electoral; no obstante, registraron a más personas en las cabeceras distritales, aunque aparecen otras que no lo son, como Quecholac y Coxcatlán.

En contraste, hay municipios con población indígena, de escasos recursos, pero de los que incluyeron a grupos pequeños.

Por ejemplo, de Lafragualo participaron seis mujeres, así como cinco de Coatepec ─en el que la población no supera los 500 habitantes pero el 50 por ciento corresponde al género femenino─, o las siete de Cuapiaxtla de Madero.

El gobernador Antonio Gali Fayad continuó en 2017 y 2018 este programa, del que todavía no hay resultados auditables que sean públicos.

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