¿Libertad de prensa?

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Adrián SALAZAR


Diciembre 13, 2019

En mi colaboración anterior señalaba que los medios informativos no son, hoy en día, ese instrumento mediante el cual uno pueda simplemente enterarse de las noticias. Por lo menos en la mayoría de los casos, los medios informativos, ya sean impresos, radiofónicos, televisivos o digitales, han dejado de ser un reflejo objetivo de la realidad, donde el periodista que realiza una investigación profunda y seria, aporta todos los elementos posibles para interpretar cierto fenómeno de interés colectivo y que, quienes accedan a esa información pública, puedan formarse un juicio crítico respecto a éste, ya sea positivo o negativo, según el caso.

Lo que vemos hoy en los medios es una clara predisposición implícita en su contenido para que los consumidores de noticias, sin darse cuenta, asuman la postura que el medio dicta sin cuestionarse si es correcta o incorrecta, sin aportar más elementos que la línea editorial del medio como un orden que no debe ser cuestionado.

Esto, evidentemente, se convierte en un problema social, donde los medios informativos ya no son precisamente eso: medios a través de los cuales la gente se pueda informar; sino que han tomado atribuciones que no les corresponden y asumen el rol de jueces y verdugos, dejando en muchos casos sin derecho a un juicio justo al acusado. Por tanto, en la mente de los ciudadanos se va formando una percepción equívoca del problema.

Decía Camilo Taufic que no existe en ningún diario la información por la información, puesto que las noticias son mandatos; es decir, se informa para orientar a la sociedad en determinado sentido, con el claro objetivo de que ésta llegue a expresarse en acciones determinadas. “Se informa, en definitiva, para dirigir.”

Sin embargo, éste no es un fenómeno casual. Todos los medios informativos enarbolan la bandera de la libertad de prensa, pero en la realidad lo hacen así sólo y exclusivamente cuando a sus intereses conviene. Por tanto, como decíamos en un principio, los medios informativos no son neutrales, y el periodismo libre no es en realidad tan libre como se proclama asimismo, sino que está limitado a la libertad que le dan los intereses de quienes controlan y manejan dichos medios.

Con la intención de hacer más nítida esta postura, tomaremos como ejemplo el fenómeno que se viene dando en Diario Cambio, un medio “informativo” local en la ciudad de Puebla. En días recientes, este medio abordó varios temas relacionados con el Movimiento Antorchista, temas en los que incluso Antorcha es el actor principal; temas en los que el medio dicta la postura que los diversos sectores sociales deben −según los intereses de Diario Cambio− tomar respecto al Movimiento Antorchista. Pero, hecho curioso, para aportar a sus lectores información de forma objetiva y completa, en ninguna de sus noticias señala, ni por error, la voz de los antorchistas.

Veamos, pues, algunos de los ejemplos: Claudia también acabará con negocio del arrastre de Antorcha (…). ¿En verdad es un negocio de Antorcha? ¿Quién es el dueño del negocio? ¿Cuál es el papel de Antorcha en este “negocio”? ¿Qué dice Antorcha? Pues de eso, nada dice Diario Cambio.

Ejemplo número 2: Antorcha debe 280 mil pesos a CFE (…): sitian Casa Aguayo para su extorsión. Así de clara y objetiva la información, libre de todo prejuicio (ajá). ¿Antorcha debe? ¿A razón de qué los debe Antorcha? ¿Es posible sitiar un inmueble estatal para extorsionarlo? ¿A qué se refieren con extorsión? ¿Qué entienden ellos por extorsión? ¿Insinúan que el gobierno del Estado es pusilánime? ¿Carece el gobierno del Estado de medidas de seguridad? Ésas, y seguramente más dudas, deja tan sólo el título de la nota; ni hablar del cuerpo.

Ejemplo 3: No más alborotos de Antorcha durante el martes ciudadano: blindan Casa Aguayo. ¿A qué alboroto se refieren? ¿Cuál era la razón del supuesto alboroto? ¿La razón era justa o se trataba de un disparate? Además, sin darse cuenta le dibujan al gobierno del Estado un rostro fascista, dictatorial y represor, incapaz de entablar el diálogo con sus gobernados. Pero yo no hablaré por ellos.

Como último ejemplo tomaré la nota que titularon: “Alista Antorcha Campesina manifestación en Casa Aguayo; bloquea Bulevar Carmelitas”. Y como para muestra basta un botón, diré que Diario Cambio, ¡miente!

Este último ejemplo pone de relieve la magra calidad periodística que ofrece este diario en sus notas informativas. Nos acusó impunemente de “organizar bloqueos vehiculares en el Bulevar Carmelitas”. ¿En verdad fue Antorcha?, ¿quién se hace responsable por tal afirmación? Nadie, se cobijan en sus “fuentes”, a las que, dicho sea de paso, deberían hacerles una exhaustiva revisión porque están totalmente erradas.

Y también una recomendación, en buena lid: darles una leída a los manuales de periodismo, básicos para cualquier estudiante de periodismo.

Pues bien. Vemos que, en las diferentes notas informativas, y son sólo algunas de las que Diario Cambio le dedica al Movimiento Antorchista, se excluye de forma reiterada la postura de los antorchistas. En ninguna de ellas se consulta ni se pregunta, para empezar siquiera, si en verdad se trata de ellos. Considero que sería ingenuo de mi parte pensar que se trata de una deficiencia en la formación de sus periodistas. Por el contrario, y basado en mi postura inicial de que se trata de hacerle creer a la ciudadanía que se informa a través de este periódico de marras que el Movimiento Antorchista es algo negativo para la sociedad. Ésa es, a todas luces, su línea: tratar de desprestigiar a los antorchistas.

¿Dónde queda, pues, la libertad de prensa para los antorchistas?, ¿por qué se nos excluye tan arbitraria e impunemente?, ¿por qué se nos niega el derecho de réplica? La respuesta es clara: porque el trabajo político que realiza el antorchismo nacional, y particularmente en Puebla, de organizar y politizar a las masas empobrecidas, haciéndoles conciencia de la imperiosa necesidad de formar una alianza nacional popular para construir una patria más justa y equitativa para la inmensa mayoría de la sociedad, no les conviene, porque Antorcha no es afín a los intereses políticos de Diario Cambio. Por eso mienten diariamente tratando de desprestigiarnos.

Para ellos, la simple evasión y distracción de la realidad tiene prioridad sobre la información de la realidad, pero no así para Antorcha. Esta campaña mediática emprendida contra Antorcha para ganar la opinión pública no la tendrán fácil, porque, aunque ellos “tengan el poder”… la verdad siempre sale a la luz. 

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