POR Omar Rodríguez

Un grupo de empresarios locales se reunieron más de siete décadas atrás para dar origen al Club Puebla.

El dinero fluyó durante las primeras temporadas, pero el futbol profesional es tan caro que aquellos entusiastas industriales pronto decidieron retirar su capital antes de que éste, inevitablemente, se perdiera.

Hoy, la supervivencia de La Franja guarda similitud con su simiente.

Y es que ante los rumores que refieren que el equipo cambiaría de sede para el verano del próximo año, gente de futbol ligada a la época triunfal del club ya aceita los engranes de una maquinaria que tiene como objetivo evitar la desaparición de La Franja.

El entrenador Manuel Lapuente y los exjugadores Arturo Cañas, Luis Enrique Fernández, Juan Alvarado y Paul Moreno, junto a Emilio Maurer, quien fue propietario del equipo en la década de los ochenta y que ahora, además de empresario se desempeña como diputado morenista, han comenzado una labor titánica: reunir, vía inversión privada, una cifra cercana a los 30 millones de dólares, para evitar que Puebla se quede sin futbol de primera división.

Esta labor comenzó de manera oficial el pasado martes cuando el grupo lidereado por Maurer Espinosa, presente en la sesión de la Comisión de Juventud y Deporte en el Congreso del Estado, solicitó a los diputados enviar un exhorto al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta para que éste se decidiera a vincular a empresarios con el proyecto de mantener a La Franja en Puebla.

Maurer y compañía tienen de plazo hasta mayo de 2020 para reunir a empresarios con el capital suficiente para hacerle frente al reto de comprar la franquicia; o bien, de solicitar a los actuales dueños un comodato, mismo que les permita tomar decisiones deportivas y administrativas.

El desafío se percibe mayúsculo, pero de superarse podría darle un rumbo nuevo a un equipo que presenta más de tres décadas de fracasos deportivos y escándalos en el plano directivo.

El proyecto es complicado de llevar a cabo porque el futbol, ha quedado claro en muchos casos, no es un negocio atractivo para invertir, porque implica un gran riesgo cuando se trata de equipos que carecen de convocatoria nacional, puesto que dependen de un gran contrato por derechos de transmisión de televisión y múltiples convenios publicitarios para salir a mano con los gastos de operación, los cuales, por cierto, en el caso de Puebla rondan entre los 40 y 45 millones de pesos por temporada.

Por lo pronto, el grupo de Maurer se reunirá la próxima semana en un restaurante de la Avenida Juárez, sede en donde se comenzarán a barajar los nombres de aquellos empresarios, principalmente del ramo textil, que apostarían su dinero y esfuerzo al proyecto.

Al interior del grupo se dice que en Puebla hay al menos una centena de empresarios con el poder económico para concretar el proyecto.

Veremos si al menos a cinco de ellos los seduce la idea de invertir en el equipo de la franja azul.

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