Existen diferentes tipos de comunicación dentro de la
familia. La forma de transmitir un mensaje con los hijos es en parte reflejo de
la forma de ser de los padres, ya que son ellos quienes definen el estilo de la
comunicación.
Pedir las cosas de una manera agresiva, a través del grito,
la ofensa o los insultos como medio para conseguir lo que quieras sólo hará
crecer el temor en los pequeños y no el respeto; en cambio, si se hace de
manera pasiva, sin límites, el resultado será igual de desastroso. Por eso
deberá existir un punto intermedio para una comunicación asertiva.
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Hablar
de manera positiva
El lenguaje es la vía de transmisión de los mensajes y con
el cual crearemos vínculos sociales, pero para llegar a esto necesitamos
hacerlo de la forma adecuada. La frase, “violencia genera más violencia” es
algo muy cierto. Si los padres le hablan al hijo con gritos, lo único conseguirrán
es que éste se sienta intimidado.

Crear
climas emocionales
Otra cosa fundamental para lograr una comunicación adecuada
con los hijos, es crear un ambiente democrático y de convivencia agradable. Esto
quiere decir que se debe pasar tiempo de calidad, como ir al cine, comer
juntos, pero que sea en familia, de esta forma se creará un entorno de
confianza.

Escuchar
con atención
Además de entablar una conversación adecuada, es importante
que uno también escuche atentamente las necesidades de los hijos. Al creer los
padres que no aprenderán nada de los pequeños se suele adoptar una posición
impermeable respecto a la opinión y argumento de los hijos.

Dar
mensajes consistentes
Los tutores deben aprender la habilidad de realizar una
petición de manera directa y que no sea contradictoria. Está claro que a veces
los niños no obedecerán a la primera, pero eso no significa que debas alzarles
más la voz o amenazarlos, ni la coacción o el insulto. Basta con repetir la
indicación.