Curioso resulta que en las encuestas que manejan algunas empresas sobre la actuación de los 32 gobernantes del país, sean siempre los mismos que aparecen en los primeros cinco o hasta 10 lugares, sin importar lo que suceda en el mes de consulta correspondiente.

Los mejores ejemplos son los resultados de octubre, en que las calificaciones de los mandatarios de Sinaloa y Sonora son sobresalientes, no así la del Ejecutivo de Chihuahua.

En Sinaloa se había desarrollado el terrible episodio de la aprehensión y liberación de Ovidio Guzmán, con saldo de ocho muertos, varios heridos y una ciudad sitiada, además de la exposición al ridículo de las fuerzas armadas.

Es cierto que en parte de ello se le responsabiliza al gobierno federal, pero en la otra parte de la balanza se encuentra la no actuación de un gobernador timorato, huidizo, que no mostró la cara hasta varias horas después de ocurrido el suceso.

Quirino Ordaz Coppel prefirió endosar toda la responsabilidad a las autoridades federales, ocultándose él y sus colaboradores en un momento de apremio.

Con todo y ello, Quirino resulta evaluado como el segundo o tercer mejor gobernador del país (según la encuesta de la que se trate), situado solamente detrás del yucateco Mauricio Vila y en alguna hasta del mandatario de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, lo que resulta asombroso.

En ambos estados, Sinaloa y Tamaulipas, los gobernadores son cuestionados por el terrible crecimiento de la violencia, la inseguridad y la permanente presencia del crimen organizado.

Igual sucede en otras partes del país, pero los excesos a que se ha llegado en esas entidades impactan en la opinión nacional, pero tal parece que no lo hace en la local.

Los casos de Claudia Artemiza Pavlovich y Javier Corral Jurado, son distintos. La gobernadora de Sonora salió a tiempo para asumir su responsabilidad como mandataria en el caso que aterrorizó a todo el país: el escalofriante crimen de seis niños y tres mujeres en los límites de Sonora y Chihuahua.

La priista se ha mantenido en los primeros lugares de las preferencias de los gobernadores por parte de sus gobernados, lo que hace mantener esperanzas a los militantes de este partido en conservar la entidad, ahora que vayan a las urnas en el 2021.

En Chihuahua, Javier Corral llegó con grandes expectativas, pero se desinfló en su papel de gobernante y dedicó parte de su tiempo a crear rencillas con los operadores de su antecesor, César Duarte, pero no ha concretado su gran propósito de llevar tras las rejas al mencionado Duarte.

Corral se ubica entre los gobernantes más rechazados por sus gobernados.

Sin embargo, en esta encuesta todavía no impacta lo sucedido en los límites de Sonora y Chihuahua, lo que se podría ver reflejado en la encuesta de diciembre.

Por lo demás, esas encuestas precisan que los gobernadores mejor evaluados son los panistas y priistas, los que están ubicados siempre entre los diez primeros.

Después de los acontecimientos del pasado martes, en que los senadores del PAN y Morena entraron en jaloneos, descalificaciones, agresiones verbales y físicas, la presidenta de la mesa directiva, Mónica Fernández Balboa, hizo un llamado a los legisladores para que las cosas no se salgan de control, manteniendo el respeto, la libertad, el apego a las normas y las garantías a la inviolabilidad de los legisladores.

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