Lucha contra cambio climático, responsabilidad de las ciudades

Adrián Fernández Bremauntz, Director de Iniciativa Climática de México indicó que las grandes ciudades como Puebla deben luchar contra el cambio climático

Para Adrián Fernández Bremauntz, Director ejecutivo de Iniciativa Climática de México, ciudades como Puebla tienen una responsabilidad crucial en la lucha contra el cambio climático. Aunque gran parte de los compromisos de México suscritos en el Acuerdo de París son de carácter federal —acota—, muchas acciones pueden hacerse desde el ámbito local, sobre todo en las zonas metropolitanas de mayor impacto.

“Si hablamos de toda la contribución de las fuentes móviles, ahí caemos en la responsabilidad de las ciudades, porque son los automóviles privados, los camiones de pasajeros y de carga los que generan la mayor cantidad de contaminantes,” aseguró respecto de un tema que a nivel local se cruza directamente con una política integral de movilidad.

Adrián pone de ejemplo que para reducir los gases de efecto invernadero que provienen de la generación y el manejo de la basura, quienes tienen que asumir la responsabilidad son los ayuntamientos de la zona metropolitana de Puebla. “En algunos sectores, lo único que se necesita es voluntad de los actores subnacionales. Les toca a las ciudades.”

Otro asunto fundamental —considera— es bajar el consumo eléctrico. Los municipios de Puebla y las Cholulas tendrían que cambiar sus luminarias; unas que funcionen a partir de LEDs bajarían hasta dos terceras partes el consumo normal de las luminarias, que siguen funcionando con tecnologías de finales de siglo.

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El inventario mexicano

Cada país, de acuerdo con las recomendaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), tiene su propio inventario de emisiones. En el caso mexicano, 64 por ciento corresponden al consumo de combustibles fósiles, 10 por ciento por los sistemas de producción pecuaria, 8 por ciento de los procesos industriales, 7 por ciento por el manejo de residuos, 6 por ciento de las emisiones fugitivas por extracción de hidrocarburos y minerías; y 5 por ciento por actividades agrícolas.

En 2015, el balance neto entre emisiones y absorciones por la vegetación principalmente —bosques y selvas— fue de 535 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que representó un aumento de 54 por ciento en las emisiones de México en los 25 años previos al reporte de las autoridades.

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