El reconocimiento

García Lazo espera que el mundo entero reconozca a Rina Lazo como una gran pintora. Dijo que a raíz de que murió su padre, Arturo García Bustos, con quien la artista compartió 67 años de vida y trabajo, la artista plástica nacionalizada mexicana dejó de pintar en 2017, pero hace un año comenzó de nuevo con un mural para el Museo de México de Arte Contemporáneo en el Estado de México.

La hija de la artista agregó que actualmente se planea con la directora general del Inbal exhibir en el Palacio de Bellas Artes el último mural de Rina Lazo, titulado El inframundo, como lo quería su madre, para que el pueblo de México pudiera conocer su obra antes de que se lleve al museo Mexicarte en Austin, Texas.

Creadora de puentes

La doctora Lucina Jiménez se refirió a la gran contribución de Rina Lazo, “creadora de un puente muy importante con la cultura maya, con la cultura guatemalteca, con nuestros lazos del sur mexicano que tanto se necesitan”.

Consideró que la maestra Lazo, gran artista y creadora de una trayectoria propia, nos vincula en las raíces con el pensamiento y la creación artística precolombinas, que nos relacionan profundamente con lo que nos identifica como latinoamericanos, como mexicanos. “Estamos hablando de una artista vital, heredera de toda la Escuela Mexicana de Pintura, participante del Taller de Gráfica Popular y colaboradora de Diego Rivera. Mujer activa de manera permanente en movimientos sociales, cuyo planteamiento fue hacer arte para el pueblo.”

Su último deseo

Dijo que durante el homenaje a Miguel León-Portilla, la artista le comentó su deseo de exhibir en el Palacio de Bellas Artes su obra sobre el inframundo maya. “Vamos a cumplirle ese deseo. Lo terminó porque tenía una gran motivación y así lo expresó a la secretaria de Cultura Alejandra Frausto y a mí. Eso es algo que tenemos que cumplirle, aparte del homenaje que se le rendirá en el Museo Mural Diego Rivera.”

Mujeres en el arte

Mencionó que Rina Lazo cierra un ciclo y al mismo tiempo deja otro abierto, porque una de las primeras cosas que hizo fueron los murales de Bonampak que terminaron en el Museo de Antropología. “Ella hoy nos está regalando en perspectiva póstuma un mural sobre el inframundo maya. Nos está planteando cómo este tiempo circular, que plantean las culturas ancestrales e indígenas contemporáneas, es un tiempo en que debemos reflexionar y pensar. Si el tiempo es cíclico, es verdad que tenemos que pensar en esas personas como alguien que no se ha ido, como alguien que está ahí”, enfatizó.

Asimismo, dijo que la partida de la maestra Rina Lazo nos hace reflexionar sobre el trayecto de las mujeres mexicanas, creadoras, pintoras, que fueron artífices de todo un proceso de diálogo con su generación, en su tiempo y con su época, lo que nos da la responsabilidad, no sólo de divulgar su obra y fortalecer su presencia, sino también de buscar ese diálogo generacional que hoy día tanto necesitamos.