Hace unas semanas, los gobernadores de Puebla y Tlaxcala suscribieron un Convenio de Colaboración en cuatro ámbitos esenciales: el del desarrollo sustentable del Parque Nacional de La Malinche; el del ordenamiento de la Zona Metropolitana; el del saneamiento de los ríos Zahuapan-Atoyac; y el de la Seguridad en las zonas limítrofes de ambas entidades.

Es de tal trascendencia la atención a esta agenda, que amerita un seguimiento y reflexión permanentes.

En materia de seguridad, los hechos e incidentes que comparten las agencias de seguridad de ambas entidades son cotidianos, y usualmente son parte de contextos delincuenciales complejos.

De acuerdo a la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), realizada por el Inegi en el 2018, Puebla y Tlaxcala estuvieron entre las diez entidades con mayores delitos por cada 100 mil habitantes: Puebla con 29 mil 576 y Tlaxcala con 31 mil 512; en tanto que el indicador nacional fue de 28 mil 269 delitos por cada 100 mil habitantes.

Por cuanto al tipo de delitos registrados, vale la pena tener presente el indicador de principales delitos del fuero común para el 2018, publicado por el Sistema Nacional de Seguridad Publica:

DELITOS DEL FUERO COMÚN /100,000 Habitantes

Fuente: Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Centro Nacional de Información. Diciembre de 2018.

Puebla y Tlaxcala están debajo de los índices nacionales, excepto en robo de vehículo; ambas entidades están arriba de la media nacional (147.60), ya que Puebla tiene 199.03 y Tlaxcala 154.12.

Ésta es la relevancia de los acuerdos entre los gobiernos de Puebla y Tlaxcala, entre los que destacan:

· Elaborar de manera conjunta diagnósticos de índices delictivos de los municipios ubicados en zona limítrofe entre Tlaxcala (22) y Puebla (17).

· Coordinar operativos conjuntos entre las corporaciones estatales de seguridad en cada entidad.

· Intercambiar información de inteligencia entre ambos gobiernos y el orden federal.

· Implementar estrategias coordinadas con la Federación.

· Establecer puntos de revisión fijos y semifijos en las zonas limítrofes.

· Fortalecer la coordinación operativa entre C4 Tlaxcala y C5 Puebla, para la atención oportuna y seguimiento de delitos, particularmente robo a transportista, robo de vehículo y secuestros.

Dada la voluntad política de ambos gobernadores, se cuenta con el marco institucional pertinente para las acciones concurrentes y coordinadas. Ahora estamos ya en el terreno de los hechos.

En este 2019 enfrentamos un doble reto: A) consolidar, en lo que corresponde a los estados, el nuevo modelo policial propuesto por el Gobierno Federal, y B) contener los riesgos de violencia criminal que están afectando la seguridad y el patrimonio de las familias de esta importante región. En el balance de 2019 habrá la oportunidad de medir el esfuerzo realizado y el tamaño del reto que tenemos por delante.