Saludos, vecinos. Ahora sí todos temblando, ¿verdad? O casi todos, especialmente aquellos que hace un par de años pidieron una notaría de calaverita pero hicieron todo mal, y ahora no dejan de lamentarse del manotazo en la mesa que les dieron por abusar de sus relaciones de poder.

Miren ustedes, en esta vecindad se escucha por todas las esquinas que con la investigación y revocación de notarías públicas por parte del gobierno de Luis Miguel Barbosa, abrieron una auténtica caja de Pandora. Pero si el consejero jurídico, el marinista Ricardo Velázquez arma bien el expediente, no habrá forma de que los morenovallistas puedan rescatar sus prebendas. ¡Tómenla!

Recuerden que si hay alguien que se las sabe de todas es Ricardo Velázquez, pues hasta salvó al mismísimo góber precioso de la cárcel.

Aunque nos gustaría ver ese mismo rigor en el tema de los uniformes o el desvío de fondos pasa la reconstrucción tras el sismo, porque esos temas siguen sin una resolución pública de las presuntas indagatorias; en realidad es este caso, el de los fedatarios, el primer gran paso de combate a la corrupción que emprende la administración estatal. Veamos hasta dónde topa, o hasta dónde quiere topar.

Hablando de chismes y topes, nos contaron que en la SEP parece que el mismísimo Melitón Lozano entró en una fase de “mejor le bajo tantito”, porque de pronto no se supo más de las acciones que tanto presumió para no dejar impunes las irregularidades detectadas en la adquisición de uniformes escolares.

Y peor aún, da la impresión de que no supo, o de plano no le interesó, que el anterior gobierno comprara el calzado escolar a una empresa y su accionista que presentaron domicilios fiscales en donde no hay ningún rastro de ellos, lo que la convierte en una compañía fantasma. Avísenle, a ver si se anima a indagar en serio. ¿O también a él le entró el amor por la temporada de muertos y les quiere dar carta libre a los fantasmas?

Después de que se exhibiera el maltrato de su parte hacia los subordinados, Assenet Lavalle Arenas, quien fungía como directora general de la Comisión Estatal de la Vivienda, presentó su renuncia. ¡Faltaba más!

Para muchos es lo mínimo porque se va sin ningún tipo de sanción, pero el comportamiento que se le observó en un par de videos, ambos difundidos en redes sociales, ameritaba un expediente y su castigo, porque sin duda se trató de un signo de violencia laboral. Y a todo esto, ¿alguien sabe en dónde se metió Abelardo Cuéllar, el secretario del Trabajo?

Porque además a la vecindad han llegado varios, pero varios reportes de las mismas actitudes de los otrora activistas y ahora funcionarios, que en su afán de “hacer las cosas bien” hacen todo mal, de malas y hasta de forma grosera. ¿Pistas? No hay que salir de Bienestar para encontrarlos.

¿El pilón? BUENO, pues resulta que hay desabasto de tarjetas de prepago para abordar el “moderno” y “democratizador” RUTA, porque mucha gente anda pidiendo su plástico. Pero calma, que nos amanecemos. Por ahí nos dijeron que se prevé el abasto de las tarjetas dentro de los diez primeros días del mes de noviembre.

Ahora sí que con esto del transporte, ni para dónde hacerse, ¿no creen?