Los factores o aspectos que impactan desde fuera a un individuo, entidad u organización también pueden valorarse como convenientes o inconvenientes. Dentro del marco del FODA, a los primeros se les llama Oportunidades; a los segundos, Amenazas.

Se puede observar que un mismo factor podría ser igualmente conveniente o inconveniente cuando se observa desde una perspectiva diferente, o cuando se da dentro de un contexto distinto.

En ese sentido, lo que en un momento es conveniente se puede transformar en inconveniente, o bien lo que en un momento es inconveniente se puede convertir en conveniente. Esta transformación de uno en otro se aplica tanto en aspectos internos como en aspectos externos, como lo hemos mencionado en artículos anteriores en relación con las Fortalezas y las Debilidades.

En ese sentido, las Amenazas son aquellas situaciones que presenta el entorno al individuo, la entidad, la organización o cualquier ente que se esté analizando, que no puede controlar, pero que le pueden afectar desfavorablemente.

Algunos ejemplos de Amenazas son:

· una ley puede perjudicar,

· un mercado importante puede cerrarse,

· el principal cliente puede elegir otro proveedor competidor (la decisión depende de él),

· las universidades pueden dejar de producir el recurso humano que la organización necesita,

· la competencia puede adquirir contratos preferenciales, o

· la competencia ha conseguido contratar a nuestros colaboradores principales,

entre muchas otras situaciones que pueden afectar desfavorablemente a la organización.

Algunas de las Oportunidades que se tuvieron, también pueden convertirse en Amenazas. Por ejemplo:

· la primacía del algún competidor en beneficiarse de las oportunidades,

· el uso de tecnología y técnicas por otros actores del sector antes que nosotros, o

· la innovación desarrollada en el sector desatendida por nosotros.

Es imprescindible tener presente que estos factores o situaciones no son necesariamente iguales de una empresa a otra. El análisis en cada caso requiere hacerse para un momento dado, para un ente dado, para un contexto específico.

El FODA de dos empresas, aunque sean competidores directos, puede que no sea exactamente el mismo, lo cual es lo más coherente y previsible.

Es conocida la historia de cuando dos vendedores de grandes volúmenes de zapatos fueron enviados a un país para valorar la apertura de sucursales ahí. En su visita observaron que la mayoría de sus habitantes andaban descalzos:

· uno vio que no había mercado para su producto, pues las personas ahí no usaban zapatos, y eso reportó a su oficina central;

· el otro, en cambio, vio una inmensa oportunidad de mercado, y llamó a su oficina central para informar que el negocio podría ser enorme, precisamente porque nadie estaba vendiendo zapatos.

Por tanto, las Oportunidades o las Amenazas estarán en el entorno simplemente como situaciones dadas, y cada responsable de analizar esas situaciones las evaluará conforme a su propia perspectiva y en función de sus propias capacidades y habilidades.

Es muy necesario no perder de vista este aspecto, pues el FODA necesita hacerse por los implicados en la entidad que está siendo analizada. De otra forma, la valoración estará sesgada sensiblemente, y podría hasta ser incomprensible para los actores que eventualmente requerirán tomar acciones con base en un diagnóstico que les es ajeno.

Por ejemplo, la inseguridad que hoy recorre a nuestro país es una amenaza reconocida por la gran mayoría de los mexicanos: ¿Puedes identificar personas, entidades, organizaciones o empresas para las que tal inseguridad es una Oportunidad?

En caso de que hayas respondido afirmativamente, identifica el giro económico que le corresponde, y observa cómo se comportan las empresas que atienden ese giro. ¿Puedes observar si tratan a la inseguridad de la misma forma? Es probable que algunas de las empresas de tal sector reconozcan a la inseguridad como una amenaza, ¿cierto? ¿Y qué me dices de quienes trabajan en esas empresas? ¿Qué te parece?

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