La Vecindad

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La Vecindad


Octubre 23, 2019

Queridos vecinos, si a ustedes esta semana los está tratando peor que los Tigres al Veracruz, es decir de la patada, aquí traemos los trascendidos que de menos les harán decir “¡Ah, jijos!”

Y es que la situación que vive la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla por el inminente estancamiento del presupuesto, es grave. Tanto así que el rector Alfonso Esparza Ortiz prevé que no exista oportunidad de un aumento en la matrícula, lo que implicaría cuando menos mantener el mismo ingreso del 2019, aunque no es una condición exclusiva de la máxima casa de estudios.

Sin duda el 2020 no será un año sencillo tanto para la institución como para muchas áreas del sector público, por lo que deberán actuar con prudencia y estrategia, a fin de que hagan rendir lo que lestoque, y por lo que se ve, en el Carolino ya toman previsiones. Al menos eso parece.

Oigan ustedes, resulta que la diputada Mónica Lara propone sancionar a los faltistas en el Congreso local. Y eso, en verdad que es una extraordinaria idea. Pero de eso a que vayan a acatar la ley es otra cosa muy diferente, porque paradójicamente, si en algo se caracterizan los representantes populares es en darle la vuelta a la tortilla de la normatividad y hacer lo que les venga en gana.

Basta con acudir a una sesión ordinaria o de comisiones para darse cuenta que lo mismo da asistir o no, respetar el procedimiento o brincárselo según su estado de ánimo. Por eso la idea de un castigo es alentadora; nada más falta ver cómo reaccionan los demás legisladores, tan acostumbrados a no fatigarse.

Anticipo una risa enorme cuando alguien quiera sancionar a las y los “dipus”.

Ahora sí, vecinos, ya es más que oficial que el próximo fin de semana se llevará a cabo la tan anunciada función de lucha libre en el Museo Internacional del Barroco. Pero que nadie se asuste ni se dé golpes de pecho, porque será en el estacionamiento, y a decir verdad, quizá sea la primera vez que vaya mucha gente a ese sitio.

A diferencia de los morenovallistas y panistas que se espantan con esto, otros creen que es la oportunidad de socializar el inmueble, cuyo diseño y principalmente público meta eran turistas extranjeros o nacionales pero de alto poder adquisitivo, y ahora parece que la historia va a cambiar.

No cabe duda que la vida política es una tómbola.

Miren ustedes, vecinos, quien de plano no tuvo un buen día fue el secretario de Infraestructura y Servicios Públicos del Gobierno Municipal de Puebla, Israel Román Romano, al que le armaron tremenda protesta tanto los regidores del autodenominado G5, que por cierto muchos perciben cursi para el partido que representan, y los del PAN.

Aunque hay que decirlo, la silbatina se la ganó con creces, porque en la ciudad es prácticamente invisible la obra pública; porque sí hay, pero es tan escasa y de tan bajo impacto, que no se distingue. Imagínense cómo estuvo, que hasta un familiar del funcionario tuvo que entrar al quite en su favor.

A esto de las comparecencias les falta “sabor”, ¿no creen

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