Basta de sosería

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Jaime OAXACA


Octubre 15, 2019

La semana pasada fue esperanzadora para la Plaza México y, por consecuencia, para la fiesta mexicana.

Se anunció que la novena novillada del serial estaría compuesta con tres espadas con posibilidades de destacar profesionalmente. También se hizo público el elenco de la Plaza México para la próxima temporada de corridas.

“Los Olés y las sensaciones únicas que solo puede provocar la Fiesta Brava.” Frase promocional utilizada por la empresa que actualmente maneja la Plaza México, escrita con ausencia de acentuación.

Entendible, no comprensible, que los empresarios se brinquen las tildes, no son especialistas en gramática; no obstante, son ganaderos que saben de la crianza del ganado bravo, es injustificable que se salten la bravura.

Siendo los empresarios criadores de bravo, es evidente que un espectáculo llamado fiesta brava sólo puede ser sustentado por la bravura; escrito repetidamente aunque se cometa el pecado de la redundancia.

¡Basta de sosería!

Basta de sosería de toros, basta de sosería de toreros, basta de sosería de la empresa.

Para que los aficionados regresen a la plaza durante el serial 2019-20 deben echar reses que provoquen emoción, que no embistan como carretillas.

La novillada del pasado domingo en el recinto taurino más grande del mundo, dio un claro ejemplo de lo que sucederá si se les siguen comprando reses a ganaderías que se empeñan en echarle agua al vino, que tratan de desaparecer la bravura.

Para el festejo mencionado, Marrón mandó un encierro para el toreo a pie que resultó descastado, soso, bobo, insípido, con una insignificante pizca de bravura y como consecuencia sin emotividad. Animales que no embisten, que sólo pasan, que no provocan sensación de peligro.

Ese tipo de ganado no debe salir al ruedo de La México ni de ninguna plaza, es la razón principal de la debacle de la fiesta actual, es lo que provoca la rutina en el espectáculo, como si de toreo de salón se tratara.

Para dar coba y obtener tajada se usan eufemismos. Existe quien le dice nobleza a la forma de embestir de los toros con sangre de atole, no le dicen bovura, les llaman “toros con arte”. El objetivo es que los nuevos aficionados no conozcan la bravura. Lo van logrando, por eso hay ingenuos que aplauden a los animales con esas características; hasta piden arrastre lento, como sucedió con un marroncito el domingo pasado.

El público no es tonto, aunque lo traten así; simplemente deja de ir a la plaza. Para el domingo pasado se anunció un cartel interesante, la entrada mejoró considerablemente, a las 15:30 horas había colas en las taquillas. Primera vez en el serial que los vendedores de boletos chambearon.

Nuevamente van a echar a los aficionados a la calle o los retendrán programando algo atractivo.

Para la temporada de corridas se ve halagüeño el elenco, a pesar de las dos ganaderías sosas: Bernaldo de Quirós y Fernando de la Mora, que seguro se reparten Ponce, Morante y Hermoso de Mendoza. Eso no tiene remedio.

La parte relevante del serial deberá planearse de otra forma. Carentes de diestros taquilleros, la empresa debería poner atención en los toros. Programar confrontaciones entre ganaderías, tres de una y tres de otra. Los toreros en tercias lidiarán uno de cada ganadería. No merma categoría; cuando se anuncia así, eso no es parchar una corrida.

Tres de Mimiahuápam y tres de Xajay para tres toreros.

¿Qué tal? A poco no levantaría expectación un enfrentamiento de bravura y trapío entre los empresarios, hasta pasión habría en el tendido. O qué, les dará miedo y no se tocan ni con el pétalo de una rosa.

En fin, el chiste es combinar las ganaderías, los encastes, para las confrontaciones. De esa forma resultarán interesantes, los aficionados asistirán con interés, literalmente, a ver los toros. Como las dehesas venden seis bureles, dos veces cada hierro en la temporada, a refrendar triunfo o a sacarse la espina.

Venga empresarios, échenle habilidad, cabeza, interés, afición, cojones. Basta de sosería.

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