Abren la Casa de los Escritores en Lenguas Indígenas

El inmueble albergará talleres de redacción, traducción y creación literaria, así como encuentros académicos en la recuperación de las lenguas originarias

Un lugar de encuentro para los idiomas originarios del México pluricultural y multilingüe, y por lo mismo un lugar de entendimiento y difusión de saberes milenarios, es lo que representa la Casa de los Escritores en Lenguas Indígenas (Casa Eliac), que abrió sus puertas al público en la Ciudad de México.

Ubicación

Se encuentra en la calle de Mina 150, en la alcaldía Cuauhtémoc la nueva sede del organismo Escritores en Lenguas Indígenas AC (Eliac), será un enclave desde el cual se promoverán las 68 lenguas indígenas de nuestro país, así como sus variantes dialectales, a través de talleres de redacción y traducción, cursos de introducción a los idiomas, actividades de creación literaria y encuentros académicos diversos.

Homenaje

El espacio no sólo contribuirá a la recuperación del patrimonio lingüístico de México, sino que rendirá homenaje a la memoria de aquellos que han pugnado por el reconocimiento de los conocimientos y derechos de los pueblos indígenas.

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Miguel León-Portilla

Una de esas figuras es, sin duda, Miguel León-Portilla (1926-2019), “nuestro maestro y tlamatini, que nos acaba de dejar para florecer en sus obras. Hasta donde se encuentre, le enviamos nuestra gratitud y el compromiso de retomar su legado, que es luz para alumbrar nuestro presente y construir el futuro de nuestra nación,” declaró el presidente de Eliac, Apolonio Bartolo Ronquillo, acompañado de la doctora Ascensión Hernández Triviño de León-Portilla.

Ascensión Hernández agradeció la deferencia que Casa Eliac —asociación a la que su esposo apoyó desde su fundación, en 1993— hace no sólo al evocar en sus espacios la vida y obra de su esposo, sino también por el ciclo de conferencias “Anáhuac Tlamachtiloyan Miguel León-Portilla” que, durante 2020, le será dedicado en el nuevo recinto cultural.

“Toda lengua es una morada,” señaló la doctora parafraseando a Santa Teresa, para añadir que, bajo ese entendido, la Casa Eliac será “una morada de moradas” y un ejemplo de gestión y difusión cultural en México y el extranjero.te, la poeta Irma Pineda, hablante de zapoteco del Istmo de Oaxaca, apuntó que la apertura de este espacio es el resultado de más de 20 años de esfuerzos.

Apolonio Bartolo Ronquillo llamó a no claudicar en los afanes para revitalizar las lenguas originarias de México, “pues se encuentran en declive generacional, pese a notables iniciativas como la declaratoria de 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, de la ONU”.

El espacio, facilitado a la Eliac por los descendientes de la familia Álvarez Tostado, también cuenta con una biblioteca y un centro de documentación que, en su nombre, honran al académico y literato Carlos Montemayor (1947–2010).

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