Argentina y Uruguay, faros del rugby latinoamericano

Los seleccionados de rugby de Argentina y Uruguay son los representantes latinoamericanos en la Copa del Mundo

En Japón se habla de Pumas y de Teros. De dos especies rioplatenses que cruzaron el Pacífico para cumplir un sueño. Y ese sueño, aunque difícil, lo comparten y luchan por él: ganar un Mundial.

Los seleccionados de rugby de Argentina y Uruguay son los representantes latinoamericanos en la Copa del Mundo, en un deporte en el que ambos países supieron hacerse un lugar y participar, en más de una ocasión, en la competencia más importante en esa disciplina.

Es que Los Pumas, los argentinos, ostentan el décimo lugar según el ranking global masculino y su mejor posición en el Rugby World Championship la ganaron en Francia 2007, cuando se coronaron en el tercer puesto. Además, en el último Mundial, en 2015, lograron el bronce.

Los Charrúas, por su parte, ocupan el puesto 17 en el listado de naciones más destacadas en el rugby y este Mundial se les presenta como una oportunidad para destrabar su avance más allá de la fase de grupos.

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Deporte del Cono Sur

Resulta curioso que el rugby se haya convertido en un deporte con casi exclusiva predominancia en los países del Cono Sur latinoamericano, sobre todo en Argentina, Chile y Uruguay, y todo pareciera deberse a la influencia británica.

Así lo explica el secretario de Sudamérica Rugby (SAR), Víctor Luaces. “Las corrientes migratorias provenientes del mundo anglosajón fundamentalmente se encauzaron en esos tres países y, con ellos, el rugby y el modelo de clubes sociales y deportivos.”

Además aclara que tal modelo “no existe ni en Brasil, ni en Colombia, ni en otros países de la región”.

“Los inmigrantes británicos pisaron suelo argentino hace 150 años,” según comenta el presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), Marcelo Rodríguez, y comenzaron a organizar diferentes actividades deportivas: jugaban al rugby, al cricket y algunos al futbol.

“Con el paso del tiempo, fue creciendo la cantidad de personas que lo practicaban, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires y alrededores, y pronto se extendió a toda la Argentina,” continúa Rodríguez.

Desde la Unión de Rugby de Uruguay (URU), su presidente, Pablo Ferrari, también informa que el deporte es una herencia de los inmigrantes ingleses. “De hecho, ya en 1861 el Montevideo Cricket Club lo introdujo junto a otros deportes y fue emulado por Buenos Aires Cricket and Rugby,” expresa.

Un paso más

Sin embargo, los sureños eligieron ir más allá de la influencia británica. “El rugby, más la célula social/deportiva club, más la participación progresiva de la sociedad en cada uno de esos países, le ha dado a este deporte una continuidad y crecimiento que aún hoy se sostiene, impulsado por las organizaciones de las uniones de cada una de las naciones,” apunta Luaces.

El presidente de la UAR alega que, al legado de los ingleses, Los Pumas le agregaron, y a día de hoy le agregan, “corazón, dedicación y una competencia continua que generó que el deporte se instale y se enriquezca por la pasión de la inmigración italiana y española”.

La inserción del grupo celeste y blanco se fue dando, de acuerdo con el argentino Rodríguez, lentamente. “Al principio venían los países europeos de gira, y fue recién en 1965 que se conformó el seleccionado argentino, que salió de gira y logró ganar en Sudáfrica, donde fue bautizado como Los Pumas,” añade.

Uruguay suma, con la de Japón, su cuarta participación en un Mundial. El presidente de la URU adjudica esta última clasificación a que “jugadores, entrenadores, médicos, nutricionistas y dirigentes se instalaron en el Estadio Charrúa, donde crearon un Centro de Alto Rendimiento y, de a poco, todo empezó a crecer.”

Durante esta etapa de preparación, Los Teros contaron con entrenadores uruguayos, argentinos y hasta expertos de las islas británicas enviados por las organizaciones World Rugby y Sudamérica Rugby.

Resto de América

“En Latinoamérica, el rugby está en desarrollo en Brasil, Paraguay y Colombia. Al ser el fenómeno colombiano el más reciente, resulta el de mayor crecimiento tanto cualitativo como cuantitativo,” explica Luaces. En cuanto a Brasil, “por su amplia demografía, tiene una base inmejorable para el crecimiento exponencial,”

No obstante, aunque Argentina y Uruguay son los únicos latinos que participan en el Mundial, los americanos del norte, Estados Unidos y Canadá, que ocupan en el ranking global los puestos 13 y 22 respectivamente, también clasificaron.

Estados Unidos y Uruguay, participaron en otros campeonatos globales, pero no lograron sortear la fase de grupos. Canadá, por su parte, se consagró hasta los cuartos de final en 1991.

Según dicen desde Sudamérica Rugby, quienes además destacan entre sus tareas la generación de políticas de inclusión y crecimiento del rugby femenino, las clasificaciones de Argentina y Uruguay son de “suma importancia” para la región, ya que representan el objetivo de crecimiento y trabajo del resto de las uniones nacionales y los países los miran como ejemplos a seguir.

Los presidentes de ambas uniones rioplatenses desean que para el Mundial sean muchos los que vayan a alentar a sus banderas.

“Históricamente, a los argentinos se les siente en los partidos de Mundial y al equipo le hace muy bien,” dice Rodríguez, mientras que el uruguayo Ferrari entiende que el viaje a Japón es “lejos y costoso” pero “se lo merecen Los Teros.”

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