Alberto Chimal presenta su nueva novela ensalzando a las mujeres

La noche en la Zona M es la visión del poder femenino en un mundo pos apocalíptico desde los ojos de su creador

El escritor Alberto Chimal, originario de Toluca, estado de México, narrador, dramaturgo y ensayista, realizó la maestría en Literatura Comparada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ha recibido el Premio Nacional, de Cuento San Luis Potosí 2002 por Estos son los días. Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2014 por Manda fuego. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, húngaro y esperanto.

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla nos cuenta sobre su nuevo libro La noche en la zona M, y la construcción de la historia, sus personajes y las problemáticas sociales que lo inspiran.

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¿De dónde surge el nombre del libro?

La noche en la Zona M era el nombre del primer capítulo. Se refiere a ese momento en que comienza la acción y nuestras protagonistas están justamente tratando de abrirse paso por lo que en su mundo es una zona muy peligrosa, una especie de tierra de nadie, y poco a poco se va revelando que ese lugar que parece tan terrible es la Ciudad de México. Cuando estábamos en las últimas etapas de edición junto a la editora del FCE, discutimos el título y finalmente llegamos a la conclusión que esa frase podía funcionar como título, pues toda la acción sucede esa noche porque después vamos enterándonos no solamente de cómo se cayó la civilización, el mundo como dicen los personajes, sino también quiénes son estas personas que están huyendo y cómo viven qué significa lo que están haciendo. Entonces es un poco ir hacia atrás para avanzar hacia adelante, para conocer este mundo.

¿Cómo fue el trabajo de este texto?

Este texto es parte de la trayectoria que voy siguiendo no sólo como escritor, sino como persona; los últimos libros que he hecho que están digamos en proceso de hechura o ya terminados pero todavía buscando editorial , reflejan de manera directa preocupaciones relacionadas con la actualidad como: la cuestión del calentamiento global, la cuestión del desgaste de los Estados nacionales, el surgimiento del fascismo, del extremismo que estamos viendo en muchos lugares del mundo y también la desintegración de las sociedades o de algunos factores, la polarización, pero son temas que me preocupan desde hace tiempo. 

Esta especie de frustración que vemos en tu novela, ¿es un reflejo de la frustración que actualmente vive el país?

Yo creo que sí, aunque yo no diría que nada más es en nuestro país. A nivel mundial se está viviendo en otras porciones lo que llaman “el espíritu de la época”. Si hay una enorme frustración con la forma en que diferentes poderes tácticos, gobiernos, empresas se mantienen empeñados en una especie de lucha del poder o en el beneficio económico, sin darse cuenta de qué están poniendo en grave riesgo la existencia de sus propias naciones, si no de la especie humana en su conjunto. Y la realidad del calentamiento global ya no se puede negar de ninguna manera y estamos viviendo sus efectos claramente desde hace un buen rato; y sin embargo hay gente que todavía se empeña en negarlo no por condiciones codiciosas, sino por razones ideológicas. Es una especie de carrera absurda hacía el precipicio, una metáfora absurda que se usa en esta época pero que se ajusta.

¿Cómo creas a tus personajes?

Todo comenzó con Sita. Ella fue la primera que empecé a trabajar, que empezó a tomar forma incluso antes de que yo tuviera claro cómo iba a ser su mundo. Yo quería escribir una historia con una protagonista adolescente, y lo que más me interesaba era cómo se iba a relacionar con su entorno y quién iba a ser ella. Cuando fui decidiendo que tenía qué incluir estas preocupaciones del presente, su mundo se fue convirtiendo en un mundo mucho más duro, más pobre, más angustioso. Todo provino de ella, y alrededor de ella empezaron a aparecer los otros personajes: la abuela, su amiga, algo que fue muy importante a la hora de desarrollar la novela. De esta manera fue que la perspectiva fue recayendo en las mujeres y eso me gustó, porque no es tan usual a la hora de que hablamos de estas posibilidades, de estas pesadillas del futuro, muchas veces la perspectiva es masculina, la fuerza del poder, la reafirmación de la masculinidad. El trabajar desde las mujeres, y hacer una perspectiva más de las mujeres me permitió explorar otros aspectos de su mundo y también y hacerme preguntas que iban en otras direcciones.

¿Cómo es la relación de Sita con la abuela?

Es importante mencionar que en esta época felizmente tenemos a grandes escritoras que están hablando de diferentes formas acerca de la vida y de las necesidades y las aspiraciones de las mujeres, pero los demás debemos contribuir a diversificar las representación de las mujeres en la literatura; y es algo que sí acabó de hacerse muy conscientemente en esta novela. El personaje de Lucina es crucial en la novela y en el mundo que habitan ellas, porque es la depositaria del conocimiento, la que de alguna manera ha permitido, ha logrado que esta comunidad pueda seguir sobreviviendo incluso a pesar de los instintos destructivos de los que se supone están al mando.

¿Quiénes son tus referencias en esta novela?

Hay dos escritoras muy importantes. Una de ellas es Verónica Murguía, una narradora mexicana a la que admiro mucho y a la que tengo la suerte de ser su amigo, que ha escrito varios de los personajes femeninos más entrañables que hay en los últimos años en la literatura mexicana; y otra de ellas es una narradora que se llama Ursula K. Le Guin, estadunidense precursora de Verónica y precursora de muchas escritoras que usan la ciencia ficción, la imaginación fantástica. Ella tiene muchas novelas en las cuales hay personajes femeninos.

Hay otras más. Lo que ve uno en el cine, también en la televisión de alguna manera va influyendo algunas cosas en lo que escribes. Otra influencia directa es la de una novela que se llama El atlas de las nubes; una película, Mad Max la furía del camino; no por las escena de acción sino por un personaje secundario que es una anciana que se dedica a dar clases y hablar del pasado en este mundo ya arrasando. Ese personaje es crucial, porque al enseñar cómo eran las cosas antes alienta a varios de los personajes a cambiar.

Qué hay del diseño del libro ¿Interviniste?

El diseño del libro me gustó mucho. La ilustradora es una estupenda artista porque resume varios elementos de la novela. El escenario me gusta mucho cómo quedó, es totalmente fiel a la historia: un mundo violento pero donde también hay estas otras connotaciones: la calidez y la cercanía la comunidad.

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