EFE | A Messi ya no se le vio tras la reanudación Barcelona obtiene victoria agridulce en el camp nou
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El Barcelona sigue sin recuperarse de la depresión que atraviesa desde el final de la pasada temporada
El Barcelona sigue sin recuperarse de la depresión que atraviesa desde el final de la pasada temporada y ni siquiera al abrigo del Camp Nou ofreció síntomas de mejora, aunque por lo menos sumó una victoria por la mínima (2-1) ante un discreto Villarreal.
El Barça salió con ganas en los primeros minutos del choque, contagiado del entusiasmo de Messi en su primer partido como titular esta temporada.
La movilidad del astro argentino abría un abanico de posibilidades en el ataque azulgrana y a los seis minutos los azulgranas ya mandaban en el marcador.
El 1-0 fue obra de Griezmman, que se anticipó a Peña y Gerard Moreno en el primer palo para cabecear a gol un saque de esquina botado por el propio Messi.
Lee: Puebla es sorpresa y derrota a Tigres 0-1 en El VolcánSiguió el Barça a lo suyo hasta conseguir el segundo. Intenso, combinativo, recuperando la presión tras pérdida como una de sus señas de identidad para atacar sin descanso. Y el 2-0 llegaba al cuarto de hora, con un sensacional disparo lejano desde la frontal de Arthur, que se colaba por la escuadra y sorprendía a Asenjo.
El tanto hizo reaccionar al Villarreal pero las miradas se centraban en Messi, pues tras una jugada fortuita con Ontiveros se acercaba a la banda para ser tratado del muslo izquierdo.
El 10 volvería poco después al partido pero para entonces los locales ya hacían bastantes minutos que transitaban indolentes por el choque, provocando los primeros pitos del Camp Nou.
Aunque Cazorla, a un minuto del descanso, recortaría distancias con un zurdazo también desde la frontal que batía a Ter Stegen. El capitán del Villarreal a punto estuvo de empatar al inicio de la reanudación, pero esta vez se encontró con la respuesta del meta alemán del Barcelona.
A Messi ya no se le vio tras la reanudación. El rosarino, renqueante, fue sustituido en el descanso por Dembélé, que reaparecía tras su última lesión y que se convirtió, con sus internadas por la derecha, en uno de los hombres más peligrosos de la segunda mitad, pero sin concretar.
