Leer entre líneas

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Adrián SALAZAR


Septiembre 19, 2019

Sin duda alguna, muchos de nosotros hemos podido estar en contacto directo con alguna de las diversas y variadas manifestaciones culturales que existen, desde contemplar alguna escultura, presenciar alguna obra de teatro, escuchar a alguien declamar una poesía, una canción popular o música de cámara, ver algún bailable folclórico o ballet clásico. Sin embargo, pocos, muy pocos logran hallar el verdadero significado de estas obras, la esencia del mensaje que el autor trata de hacernos llegar mediante su obra, puesto que se requiere de bagaje cultural y político, pero principalmente, filosófico, para degustar el néctar profundo de cada obra.

Ése, a mi parecer, es un punto medular que se explica en el libro Poesía y lenguaje. Este libro es un intento más que hace el secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, por acercar la cultura a todo aquel que quiera aprender, particularmente sobre poesía. El autor explica claramente por qué Antorcha, siendo una organización política, se ocupa también del fomento de la cultura, el tipo de cultura que impulsa y hacia quién va dirigido este trabajo.

Desde hace ya varios años el Movimiento Antorchista se ha echado a cuestas, asumiendo como suya propia, la tarea de educar y politizar al pueblo pobre de México, y como muestra de ello está el Concurso Nacional de Teatro que se realiza en San Luis Potosí, el Encuentro de Voces en Hidalgo, el Concurso de Folclor Internacional en Oaxaca, la Espartaqueada Cultural en Puebla y el Concurso Nacional de Declamación. Es decir, a lo largo y ancho del país Antorcha desarrolla la cultura entre las masas depauperadas como una forma más de educarlas políticamente.

La labor no ha sido fácil, pues nos enfrentamos a dos problemas principalmente. El primero es la falta de verdaderos artistas y de calidad. Por tanto, durante estos años que el Movimiento Antorchista lleva dedicando a impulsar el arte, también ha ido formando a los artistas que el pueblo requiere, y éstos no son otros que los mismos hijos de los obreros, los campesinos, del pueblo trabajador, porque el arte nace del pueblo, ésa es su verdadera matriz, y una vez que el artista recoge lo que el pueblo dice, lo que el pueblo siente y piensa, lo transforma con su talento, teniendo como herramienta cualquiera de las varias disciplinas artísticas.

El segundo problema es abatir la basura cultural con que se educa al pueblo: música de muy baja calidad, una literatura muy mala; se le satura de telenovelas que pintan un mundo absurdo y ridículamente embellecido, para despertar en la gente el deseo de tener una sala o de vestir o calzar, etc., y se escriben obras de teatro y poesías demasiado corrientes.

Aquí la solución de Antorcha es: formar artistas en las distintas ramas, especialidades y disciplinas, capaces de competir en calidad con cualquiera que se les ponga enfrente. Pero además de la calidad, se les lleva al máximo nivel de creatividad, de desarrollo, de intelectualización y de artización, para que éstos sean capaces de crear verdadera belleza, verdaderas obras maestras, ya sea cantando, dibujando, escribiendo o declamando.

Pues bien, como parte de esa lucha incesante y permanente contra la ignorancia y la mala educación, el maestro Aquiles Córdova Morán escribió el libro Poesía y lenguaje, cuyo propósito, afirma, es acercar lo mejor que se pueda algunos temas culturales a la gente (…); tiene la intención de cautivar a la gente, paso a pasito pero sin descanso, sin desmayo, hasta lograr que la poesía tome carta de naturalización entre ella, hasta lograr que no se oiga la poesía a fuerza, sino que realmente se aprecie, se escuche con gusto, con placer y con deleite; que se entienda y, al hacerlo, los lectores se conmuevan con ella y se vayan convertido en amantes de la poesía, de tal manera que más adelante no solamente la escuchen, sino que la exijan y se propongan llegar a ser verdaderos declamadores populares.

Y aún más. Yendo más allá, una vez que logramos que la gente se interese por al arte de calidad, se debe hacer un esfuerzo aún mayor, y aquí está el reto real al que nos debemos enfrentar; para ello debemos echar mano de todas las herramientas a nuestro alcance para lograr descifrar el fondo de la obra.

En el caso de la poesía, explica el autor del libro, el verdadero fondo, el que encierra el valor en toda su complejidad se esconde superficialmente tras un fondo de forma relativamente sencillo de revelar: el amor, la muerte, los hijos, etcétera.

Pero muchas obras van más allá, y para reconocer el verdadero fondo del que hablamos, es necesario, decíamos, cierto bagaje, porque no cualquiera puede entender el fondo filosófico de una poesía. Es necesario saber filosofía, aunque sea mínimamente los grandes temas de la humanidad y del pensamiento humano, puesto que la verdadera poesía no es cosa de niños, y ésa es una de las razones de por qué a la gente no le gusta la poesía (o cualquier otra manifestación artística), porque no la puede entender, al carecer de una mínima preparación filosófica, para ver la hondura y el valor trascendental de la obra en cuestión.

Vemos, pues, que educar al pueblo para crear y entender verdadero arte y de calidad no es tarea nada sencilla, pues implica, además, una labor de educación política, filosófica, de cultural general, y eso es precisamente lo que ha venido haciendo Antorcha en las últimas décadas.

Este nuevo libro del maestro Aquiles Córdova Morán, Poesía y lenguaje, nos deja un mensaje muy claro: para entender cualquier manifestación artística y fenómeno, debemos aprender a “leer entre líneas”. Hacer esto no es tarea fácil; tampoco imposible. 

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