Bonilla Yunes explicó que el modo de operar del invasor es detectar la vivienda que ha permanecido sin ocupar, investigar su situación legal, vivir en ella por un lapso, registrar el pago de servicios —predial, por ejemplo— con ese domicilio, iniciar un juicio de usucapión (también llamada prescripción adquisitiva o positiva, es un modo de adquirir la propiedad de una cosa), lo que da lugar a la publicación de edictos que avisen del proceso legal emprendido, y al no tener respuesta, se asume la propiedad legal del inmueble, tras lo cual lo venden a un tercero.

El también presidente del Consejo de Organismos Empresariales (COE) explicó que bajo este esquema, hay agrupaciones que pueden tener la propiedad de inmuebles invadidos en un lapso de seis u ochos meses: “son hampones que han encontrado ese nicho de mercado y tienen conocimiento de los aspectos básicos legales”.