La Vecindad

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Redacción


Septiembre 10, 2019

Queridos vecinos, casi siempre lo digo pero hoy es más literal que nunca: ¡la cosa está que arde! ¿Por qué? Pues el hecho de que arrojen una granada, ¡una granada!, en el municipio de Tochtepec no es nada extraordinario si se considera que un día sí y otro también hay actos de violencia extrema en esa región, antes dominada por las bandas del robo de combustible y ahora, por las mismas bandas pero que se dedican a robo de transportistas, secuestros, extorsiones. Cambiando de giro los malhechores.

Por fortuna el artefacto no explotó y eso permitió contar una historia diferente, pero si algo pierden de vista las autoridades es que es una escena más de tantas que ocurren ya como hechos cotidianos y que hasta ahora no pueden resolver. Si una balacera no logra que reaccionen, veremos si puede una granada.

¿Y qué me dicen del enfrentamiento en Acajete entre pobladores y elementos del Ejército y la Guardia Nacional? El asunto aquí, vecinos, es que este municipio es un desgobierno. Se lee radical, pero no lo es, pues cuentan en los pasillos de esta vecindad que el alcalde Roberto Ramírez, de extracción morenista, está cada vez más ocupado en sus negocios en la capital.

El buen Beto no ha “gobernado” ni un año y ya está harto de que tanto delincuente habite el municipio que le tocó y, aunque pensaba que el panorama sería facilito, pues no lo es porque la coordinación con el gobierno estatal está en manos de las fuerzas públicas que poco caso le hacen a sus advertencias. Hay pobladores de aquellos lares que dicen que el edil está tan harto que está a punto de decidirse entre seguir combatiendo, o de plano unirse al enemigo. ¡Aguas aquí, Gobernación!

Oigan, pues que el convite al Huey Atlixcáyotl regresó a Casa Aguayo después que durante ocho años fue relegado y menospreciado por el morenovallismo. Hay que recordar que Rafael Moreno Valle banalizó este acto, y si bien Antonio Gali actuó más receptivo no le devolvió ni el color ni el folclor que le caracterizaba.

La misma suerte sufrió otra fiesta poblana, como el Ritual de la Matanza, ya próxima, porque los mandatarios panistas no quisieron bailar con el chivo, quesque porque olía mal.

¡Muy bien por recuperar las tradiciones! Siempre deben mantenerse vivas y es una obligación del gobierno impulsarlas.

Resulta que finalmente el Congreso del estado aprobó la reforma que permitirá el indulto a los presos políticos, y eso por supuesto es un paso a favor de la sociedad, para que nadie más permanezca en prisión por expresar sus ideas. El punto es que su aprobación se ensució por pasar fast track. 

Entre el tiempo en que el gobernador la remitió al Legislativo y éste la votó no transcurrió ni una semana. La misma práctica que en su momento ejecutaron los morenovallistas. El propósito de la legislación no está a duda, pero el procedimiento exhibe lo que Gabriel Biestro prometió que ya no ocurriría.

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