Como si fuera la primera vez: así parece

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Noé Ixbalanqué


Septiembre 10, 2019

Existen por lo menos dos buenos motivos para un remake; es decir, para volver a realizar una película: porque un director aporta una nueva lectura de la versión original que refresca su tema; o porque se busca igualar el éxito comercial de un producto cinematográfico fabricado en otro tiempo o en otro espacio, sin agregar nada nuevo o diferente. Este último es el motivo del remake de Como si fuera la primera vez (México/República Dominicana, 2019) del director Mauricio T Valle, protagonizada por Ximena Romo y Vadhir Derbez, y efectivamente, no aporta nada con respecto a la versión original.

Luci (Ximena Romo) se encontraba vacacionando en algún paradisiaco lugar de República Dominicana para celebrar el cumpleaños de su padre, dueño de un hotel, cuando un accidente dañó su memoria a corto plazo. Ahora Luci es incapaz de generar nuevos recuerdos cada día, pues su mente se ha quedado en el día del accidente. Así lleva dos años, hasta que una mañana se presenta en su vida Diego (Vadhir Derbez), un biólogo marino, quien se enamora de Luci, pero con la salvedad de que todos los días él tendrá que enamorarla desde cero, pues ella, al otro día, no recuerda quién es él.

Uno de los éxitos de taquilla del cine hollywoodese en 2004 fue 50 First Dates (Peter Segal, EU) cuyo nombre en español fue Como si fuera la primera vez, con Drew Barrymore y Adam Sandler. Quince años después el actor y director mexicano Mauricio T Valle realiza la misma película, pero en versión mexicana/caribeña, casi con el mismo guion y las mismas atmósferas, sólo que en lugar de Hawaii, se trata de República Dominicana; sin embargo, ello no modifica en nada la historia original, así que los que la conocen, saben perfectamente el desarrollo dramático de la misma… y por supuesto, no pueden evitar las comparaciones.

Y es precisamente la comparación entre la actuación de Vadhir Derbez y la de Adam Sandler que revela lo mal actor que es el mexicano. Este miembro de la dinastía Derbez queda a deber el talento de su abuela y se erige como una mala copia de la actuación acartonada de su padre. Es difícil creer que se trata de un biólogo marino, y especialmente que está enamorado, pues el trabajo de construcción del personaje es demasiado flojo y superficial. Pero el principal responsable del lamentable y penoso trabajo de Derbez es Mauricio T Valle, con una dirección acartonada, desapasionada y nada trascedente. Tanto vemos escenas mal improvisadas, donde es evidente que Ximena Romo olvida su diálogo o tiene problemas de dicción, por lo que se sale momentáneamente de su personaje. Escenas que un buen director no permite que se incorporen al corte final salvo que se trate de una gran improvisación, y este no es el caso.

Valle, al igual que Segal, se dedicó a construir una comedia romántica sin mayor propósito que el banal entretenimiento, cuando tuvo la oportunidad de enmendar el error original: reflexionar sobre la importancia de la memoria en la construcción de lo que cada persona es; no somos producto del pasado, sino lo que guardamos en la memoria de las acciones de ese pasado. Así, el amor es también memoria, como lo es la personalidad y la forma en que nos relacionamos con el mundo en función de esa memoria. Tal y como lo exploró Christopher Nolan con Memento (EU, 2000) o Simon Brand con Mentes en blanco (Unknown, EU, 2006), Desde otros géneros, sí, pero la comedia no por ello debe prescindir de esa exploración.

Así que la nueva versión de una película mediocre, con una pésima actuación y una dirección sin pasión, hacen de Como si fuera la primera vez una cinta bastante mala. Pareciera que es como si fuera la primera vez en el cine del director y de los protagonistas. Lamentablemente así parece.

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