El bambú, una respuesta a las consecuencias del cambio climático

La plantación del bambú se espera al menos 550 toneladas para este año, y un reservorio de 10 millones de litros de agua

Consolidada como referente en la producción sustentable de la variedad guadua aculeata de bambú, la organización La Esperanza del Mañana AC trabaja en temas de infraestructura y mejoramiento, educación y capacitación, proyectos productivos y liderazgo regional.

“El ecosistema del bambú representa una respuesta clara, oportuna, viable y biodegradable frente a las consecuencias del cambio climático,” aseguró Saulo Abraham Meis Ortega, director general de la asociación, que desde 1999 contribuye integralmente al desarrollo de la Sierra Nororiental de Puebla.

Detalló que se han producido más de ocho millones de plantas de bambú en el sitio experimental Las Margaritas, en el municipio de Hueytamalco. Las 353 hectáreas, sembradas desde 2002, se han convertido en “un verdadero pulmón, sano y funcional”.

La importancia de la plantación genera una captura de carbono alta, al menos 550 toneladas para este año, sin contar el reservorio de 10 millones que ha generado; además de la paulatina atracción de fauna a la zona, que incluye mamíferos de gran tamaño, según los últimos reportes del equipo de biólogos que participan en la asociación.

Las plantas que producen sus viveros de Jonotla, en su mayoría destinados al programa estatal del que participa la Comisión Nacional Forestal (Conafor), han sido entregadas en más de 45 municipios de manera ordinaria y de forma extraordinaria en momentos de crisis, como el del sismo del 19 de septiembre, donde los recursos fueron utilizados para la construcción de 22 espacios habitacionales en San Juan Pilcaya, en Chiautla de Tapia.

El 6 de septiembre se llevó a cabo el Tercer Foro Estatal de Bambú Puebla, en alianza con el Inifap, Volkswagen y la Fundación BUAP.

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“Éstos y otros aliados son más necesarios que nunca, pues el cambio en las políticas del Gobierno Federal los ha privado de recursos, de transferencia tecnológica, por ejemplo, pero no de iniciativas.No puede dejarse del lado el trabajo de las casi 30 mil organizaciones civiles que representamos arriba del 2.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)”, señaló.

Recordó que la generalización que se hace desde la Presidencia, tomando como universales prácticas aisladas, se traduce en menos recursos y en ocasiones en la imposibilidad de continuar con trabajos históricos.

Apuntaron nuevos programas sociales, que resultan más atractivos y populares, desde el punto de vista económico, incluso para sus potenciales beneficiarios. Se mantienen optimistas, sumando a más actores nacionales e internacionales, como la embajada de Australia, y expandiendo su influencia más allá de la Sierra Nororiental.

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