La Vecindad

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Redacción


Septiembre 06, 2019

Mis queridos vecinos, ahora sí no me van a creer lo que les voy a contar, y no es necesariamente porque vaya a platicarles del meteorito ese que según nos va aplastar, sino que resulta que ahora sí Jacinto Herrera Serrallonga, el ahora exconsejero presidente en el IEE, ya se libró de su pesadilla en la 4T, que consistía en la investigación por su participación en lo que Morena consideró un fraude electoral en el proceso de 2018.

Y es que cuentan que con su renuncia “por motivos personales” ya no hay materia y el INE sobreseyó el caso. Miren nomás, qué oportuno su caso, ¿no?

Obviamente el señalamiento queda sin sustancia, porque el personaje decidió separarse del puesto y así poner tierra de por medio; y es que dicen que en caso de que se hubiera mantenido en su poderoso puesto ya estarían sobre él el INE, el Congreso del Estado y hasta Batman para detectar su presunta actuación para favorecer al PAN el año pasado, cuando el ser morenovallista era la onda.

Pues que finalmente 15 de 20 maestros que solicitaban cambio de adscripción del Triángulo Rojo a cualquier otro punto de la entidad por fin consiguieron su objetivo. Y no es para menos. La verdad es que las amenazas y la inseguridad no cesan en esa zona, y tan es así que pese a las reubicaciones ya autorizadas, todavía hay más peticiones en espera.

El punto es que ya no basta con autorizar los cambios, sino más bien que la autoridad genere las condiciones para que los docentes puedan acudir a sus centros de trabajo a desempeñar sus funciones en un clima de tranquilidad, aunque por supuesto resulta más fácil simplemente moverlos de escuela, ¿verdad?

Bueno, bueno, que nadie se espante con el anuncio del gobernador Miguel Barbosa que dijo que se va a mantener Ciudad Modelo. Y es que sería peor abandonar el proyecto, porque serían millones de pesos a la basura, cuando en realidad se requiere una mejor organización para que funcione ese centro habitacional. ¡Y transparencia!

Lo mejor, dicen los que saben (que quién sabe quiénes sean), es darle respiración artificial a una obra que declararla muerta y perder dinero de los poblanos, porque recordemos que se trató de uno de los proyectos más onerosos de la historia poblana. Por lo pronto va a seguir generando muchas, pero muchas dudas.

Oigan, y ahora resulta que la modernidad ya llegó para los amigos de lo ajeno, que ahora dicen que ya andan manejando drones para andar robando y diseñando planes como los del Coyote Willy para seguir abusando de los poblanos. ¡Faltaba más! Ahora toca ver si la autoridad los deja operar allá en los cielos o si les ponen un estate quieto. Ahora resulta que la canción de Jaguares estaba equivocada y sí, querido Saúl Hernández, al menos en Puebla las ratas sí tienen alas.

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