Se debe hablar de la separación II

  • URL copiada al portapapeles

Liliana COSIO


Septiembre 02, 2019

En cuanto decidamos optar por la separación, debemos informar al niño, ya que es un ser muy sensible que se da cuenta de que algo está pasando y que necesita saber lo que sucederá. A menudo, es difícil para los padres, inmersos en sus emociones, encontrar las palabras adecuadas para informar a sus hijos, para contestar a sus preguntas y para tranquilizarlos. Sin embargo, la reacción del niño frente al divorcio será mejor si se adopta un lenguaje adecuado a su edad para explicarle la situación.

Es preferible que los padres reúnan a todos sus hijos y anuncien la separación juntos, en un momento en el que puedan hablar sin insultarse y un poco antes de la fecha efectiva, para que los niños puedan hacerse a la idea, Esto ayudará al niño a percibir un sentimiento de unidad y abertura a sus preguntas.

Sin embargo, esta conversación no cerrará el tema y deberá retomarse a menudo. Si pregunta el por qué, responda la verdad, aunque sin entrar en detalles íntimos o en sus reproches: han tenido muchos desacuerdos, han evolucionado de distinta manera y ya no son felices juntos. Decir maldades el uno del otro sólo servirá para hacer daño a sus hijos, pero mostrarse totalmente cariñoso y tierno puede también ser fuente de confusión e incomprensión.

Especificidades de los tres a los seis años

Los niños de esta edad todavía no distinguen muy bien lo real de lo imaginario. Creen que desear algo es suficiente para que suceda. Y con esta edad existen fantasías destructoras. A menudo, el pequeño quiere eliminar a uno de sus padres para quedarse sólo con el otro. Cuando la separación hace realidad este deseo, choca la fantasía con la realidad. El niño se siente entonces responsable y muy culpable de lo que está pasando. Al estar centrado en sí mismo y convencido de la perfección de sus padres, es habitual que crea ser la causa del divorcio, sobre todo si el anuncio de la separación sigue a una serie de reproches por su comportamiento. Está convencido de que sus padres se separan porque ha tirado la botella de aceite, o porque tuvo una pataleta la noche anterior o simplemente porque no se ha portado del todo bien. Es importante asegurarle repetidas veces que él no tiene nada que ver con la decisión, ya que este sentimiento de culpabilidad puede ser muy destructivo.

Lo que tranquiliza al niño

Entre los 3 y los 6 años, el niño es incapaz de comprender las razones de la separación y las consecuencias que esto implica. De ahí su recuperación. Sin embargo, algunas palabras y algunos comportamientos pueden ayudarle mucha tranquilizarse, a situarse y a mantener una coherencia afectiva y psicológica. Siempre es bueno buscar una ayuda psicológica.  Terapias Infantiles

  • URL copiada al portapapeles