Todos los días sale a las seis horas de San Felipe Hueyotlipan. Comienza su primera vuelta manejando la unidad 22 de la antes Ruta Bulevar CU, que se dirige hacia Santa Clara La Venta, recorrido que le toma tres horas y media.

Rubén Tizatl Roldán tiene 54 años y lleva casi tres décadas como chofer de transporte público. Cuenta que no le fue posible terminar la licenciatura en Ciencias de la Computación en la BUAP.

Como muchos poblanos de clase trabajadora, tuvo que salir a ganarse el pan para él y su familia, ahora de seis integrantes. Sus cuatro hijos tienen prohibido acercarse a la ruta porque no quiere que por ganar dinero dejen los estudios.

El Blue como lo llaman sus amigos que saben que gusta de la lucha libre, relató que desde diciembre comenzó la debacle financiera por la entrada de la línea 3 de la RUTA. Perdió todos sus ahorros y casi no generaba ingresos, pues cambiaron el trayecto y ahora circula por la 7 Norte-Sur, desde la China Poblana hasta la 31 Oriente.

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Tiene claro que a él no le beneficia el aumento a la tarifa del pasaje, pues “el único beneficiado es el dueño,” dice. Si con el aumento el concesionario puede ganar hasta 300 pesos más, la ganancia de los choferes será de 50 pesos.

No cuenta con prestaciones y trabaja 300 días al año. Hace mucho que no toma vacaciones, por ello pide mejores condiciones laborables, pues él y otros compañeros conducen hasta las 22 horas, todos los días.

A pesar de todos, disfruta su trabajo, saluda a la gente que aborda su unidad, especialmente a las personas de la tercera edad. “Si estás en un trabajo que no te gusta, cámbiate,” recomendó.