Informe sin sorpresas

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Ramón Zurita Sahagún


Agosto 30, 2019

Durante muchos años, la cercanía de un Informe de Gobierno era vista con recelo y hasta con temor, pues se consideraba que en esa ocasión el mandatario en turno revelaría sorpresas de todo tipo.

Se especulaba que se anunciarían devaluaciones, aumento en los impuestos o/y otras medidas de gobierno, y que después de ello se realizarían cambios en el gabinete, con el relevo de aquellos personajes que no cumplían con sus obligaciones o se salían del contexto general.

Casi nunca sucedía nada en los informes, si acaso aquella mea culpa de Gustavo Díaz Ordaz sobre la matanza de 1968, la estatización de la banca por parte de López Portillo y los escándalos de los diputados por intentar interpelar (sin éxito) al presidente en turno.

Aquellos informes calificados como el Día del Presidente, eran sumamente intensos y contenían reglas no escritas que, por fortuna, desaparecieron, las que iban desde la cobertura en Los Pinos, para conocer qué desayunó el Ejecutivo y mostrar de qué talante se encontraba. Después, el recorrido a Palacio Nacional, para ponerse la banda y seguir con rumbo al sitio del informe.

El despliegue del ya desaparecido Estado Mayor Presidencial y de cientos de elementos policiacos, además del cierre de calles, y los tiempos de la radio y televisión a su difusión eran largos.

Después la liturgia indicaba el recibimiento por comisiones de legisladores para introducirlo en el recinto, escuchar su mensaje y tocaba al presidente de la mesa directiva cortar todo intento de interpelación, con el consiguiente desaguisado que se convirtió en un ritual desde el último informe de Miguel de la Madrid.

Luego de eso continuaba el tradicional “besamanos” en Palacio Nacional, en un día de asueto para los burócratas y los estudiantes, que tenían la consigna de escuchar el mensaje del gobernante.

Todo cambió cuando, siendo presidente Vicente Fox Quesada, se le impidió el ingreso al recinto y hubo de entregar su mensaje en la entrada del Palacio Legislativo.

Después de eso, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto ya no tuvieron acceso para leer su mensaje en la tribuna legislativa, por lo que recurrieron a dar su mensaje en Palacio Nacional, como sucederá con Andrés Manuel López Obrador.

Con el arribo de la llamada Cuarta Trasformación, poco es lo que se espera del Informe Presidencial, toda vez que el Ejecutivo rinde un miniinforme diario con sus conversaciones “mañaneras”.

Si acaso, hará un recuento de lo consignado en ellas y un mensaje político sobre los avances, retrocesos y dificultades encontradas en estos nueve meses de gobierno; insistirá mucho en sus proyectos madre: La Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Transísmico, además de su batalla contra la corrupción, la violencia y regresar a México a un nivel competitivo en la industria petrolera, entre otros temas.

Sin embargo, hay quienes se preguntan: ¿habrá sorpresas?, ¿traerá el presidente un “as bajo la manga”?

Un nuevo revés por parte de las autoridades recibió el exgobernador de Quintana Roo Mario Villanueva Madrid, quien solicitó cumplir con el resto de su condena en su domicilio, como lo amparan las leyes con las personas recluidas que se encuentran en su situación. Villanueva Madrid tiene 71 años y padece varias enfermedades, y aunque no se encuentra en una prisión de alta o mediana seguridad, requiere de atención médica especializada.

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