Don José, el hombre que aprendió a mirar con las manos

Después de 17 años de haber perdido la vista, don José, de 72 años y oriundo de Oaxaca sigue moldeando en el barro como el primer día

Después de 17 años de haber perdido la vista, don José, de 72 años y oriundo de Oaxaca sigue moldeando en el barro como el primer día.

Se me empezó a oscurecer la vista y busqué mucho en la ciencia médica, pero no hubo respuesta; cambié de medico a otro, a otro y a otro y no hubo respuesta. Pasé por los conocimientos de los oftalmólogos, pero no hubo solución, se me opacó la vista más y más y más,” cuenta José García.

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La experiencia

Don José empezó a trabajar con el barro siendo pequeño y, pese a quedar completamente ciego pasados los 50 años, la experiencia de décadas y el don especial de sus manos, sus sentidos lo agudizaron; lo que le permitió continuar con su noble actividad artesanal.

Dicen los médicos que no hay medicina, solamente tratamientos para controlar este problema. No soy el único. Pero no porque me pasó así, me voy a cruzar de brazos,” indicó.

Según la tradición náhuatl, el artista es el que “enseña a mentir” para que cobren vida los símbolos y piezas hechas en materiales como el oro o el barro.

Y este arte que él defiende con tanto orgullo es la herencia que le deja en vida a su esposa Santa Teresita y sus dos hijos, que trabajan con él. Para su esposa, comprender que don José se quedó ciego no fue fácil. “Yo me sentía triste y yo lloraba. (...) Y él me decía, ‘no llores princesa porque yo soy el hombre, la cabeza del hogar, yo tengo que trabajar para que tú y tus hijos coman.”

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